Mercedes parará su producción el martes 25 por la falta de conectores de cable

En principio, y como en las dos paradas anteriores que se registraron el 13 y el 27 de marzo, la cadena de producción solo se detendrá durante una jornada, en previsión de que Mercedes puede solventar en ese tiempo la falta de estos conectores hechos con plástico y que llegan a Vitoria desde Macedonia. La falta de esta materia prima es la causa por la que la fábrica alavesa sufre este contratiempo y espera que el impacto sea el menor posible. Desde que comenzó el año, la dirección viene reconociendo que la actividad está «fuertemente condicionada por los problemas de suministro de algunos componentes crítico» y también por la «inestabilidad y volatilidad de los mercados de automoción» como consecuencia de la crisis sanitaria y económica provocada por la Covid-19.

Aunque la planta de Avenida de los Huetos ya ha elevado en dos ocasiones en lo que va de 2021 sus previsiones de producción y hasta la fecha la carencia de piezas no está condicionando la actividad en la cadena de montaje como sí está ocurriendo en otras fábricas. Porque, por ejemplo, Renault está aplicando un ERTE en sus plantas de Valladolid y Palencia, con más de 9.000 trabajadores, que se prolongará hasta el 30 de septiembre, mientras que Ford firmó un nuevo expediente temporal a finales de abril para sus más de 6.000 trabajadores que afectará a la factoría valenciana de Almussafes durante veinte días hasta el 19 de julio.

En Vitoria los ajustes se están resolviendo con paradas puntuales, por el momento de una jornada, aunque en Mercedes son conscientes de que también la falta de microchips se puede agravar y en ese caso podrían ser necesarios otros ajustes. Estas piezas de origen asiático son unos circuitos electrónicos milimétricos que utilizan como materia prima el silicio y que resultan esenciales para los vehículos y su funcionamiento general, desde el motor al sistema de frenos ABS y desde los 'airbags' hasta el asistente para aparcar. Cualquier coche de gama media que sale de fábrica lleva unos 30 chips incorporados y si los modelos son de gamas altas, como la Clase V, pueden llegar a tener más de un centenar.

En la situación actual son un bien aún más preciado porque escasea en el sector de la automoción, que está encontrando una competencia muy fuerte en los fabricantes de dispositivos tecnológicos como la PlayStation o móviles, ordenadores y tablets, que también llevan estas piezas. Y la venta de estos aparatos se ha disparado durante la pandemia.