El Memorial del 3 de Marzo se desatasca ante la «desconfianza» de las víctimas

A pesar de que el Memorial encara por fin una semana decisiva para su futuro, las asociaciones de víctimas, agrupadas en los colectivos Memoria Gara y Martxoak 3, se muestran escépticas ante los movimientos del departamento de Justicia del Gobierno vasco, que en los últimos tiempos se ha arrogado el liderazgo de un proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Vitoria, la Diputación de Álava y el Obispado.

«Hasta ahora, las formas de gestionar el proyecto han dejado mucho que desear, sentimos que se nos ha dejado de lado», censura Nerea Martínez Aranburuzabala, que junto a José Arturo Val del Olmo representará al colectivo Martxoak 3 en el -todavía futuro- patronato de la Fundación Memorial 3 de Marzo. Martínez Aranburuzabala, sobrina de uno de los asesinados, espera que con la firma del convenio con su asociación, prevista para mañana, se «abra una nueva etapa» pero no oculta la «desconfianza» de las víctimas con la forma con la que el departamento que dirige Nerea Melgosa (PNV) ha gestionado el proyecto. Una sensación muy similar comparten otras voces de los colectivos de víctimas, que tachan de «insoportable» el retraso en el centro. «El tiempo se echa encima, hay familiares de asesinados que están falleciendo sin poder ver al Memorial convertido en una realidad», se duelen.

Con todo, las instituciones buscarán trasladar mañana la imagen de que el proyecto se desencalla por fin con la constitución de la Fundación que gestionará el centro. Será un acto ante notario, al que acudirán los integrantes institucionales del patronato encabezados por la consejera Melgosa, el diputado general Ramiro González, la alcaldesa Maider Etxebarria y el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde. No está previsto que al acto acudan los representantes de las víctimas.

Para dar este paso han sido necesarios nada menos que tres años. Fue en febrero de 2021 cuando las tres instituciones y la Diócesis acordaron impulsar un espacio conmemorativo. Por aquel entonces, el viceconsejero de Derechos Humanos del Gobierno vasco, José Antonio Rodríguez Ranz, no dudó en comprometerse a dar un plazo para su apertura. «Para antes del 3 de marzo de 2026», fijó el jeltzale. Entonces se cumplirán 50 años de la matanza y, a día de hoy, ese plazo se antoja muy difícil de cumplir.

Faltan dos años para esa fecha y el templo en el que se ubicará el centro, una joya de la arquitectura religiosa contemporánea diseñada por el arquitecto Luis Peña Ganchegui, presenta evidentes problemas que habrá que subsanar, a lo que habrá que sumar el tiempo que lleve el diseño y la realización del propio proyecto expositivo y su museografía.

Queda mucho trabajo por delante. Y a día de hoy, las instituciones solo han consignado 40.000 euros (10.000 cada una, lo necesarios para constituir la Fundación). Lakua reserva 250.000 para el proyecto en 2025 y destinará a través 35.000 euros a la asociación Martxoak 3 para «realizar trabajos de investigación» mediante un convenio con el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos (Gogora). La aportación más ambiciosa anunciada hasta la fecha parte del Gobierno central, que ha comprometido 600.000 euros a pesar de que, a día de hoy, no tiene representación en el Patronato.