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«Soy un ciudadano más, en mi caso el daño está hecho, pero no quiero que se repita». De esta manera se expresa un vecino ... de Vitoria que fue atropellado por un patinete eléctrico hace semana y media sobre las 20.15 horas cuando se encontraba en un paso de cebra cercano al centro cívico Aldabe. Alfredo Martínez de Lagrán recibió un golpe por parte de uno de estos vehículos y su conductor le dejó «tirado y huyó», narra este varón de 47 años que fue trasladado a Urgencias por un amigo ese mismo día. El diagnóstico resultó también doloroso: dislocación de cadera. «Me han colocado tres clavos. Me he salvado de la prótesis por poco», comenta sin mucho alivio desde la planta de Traumatología del hospital Txagorritxu. Fue operado un sábado y le dieron el alta cinco días después. Aun así deberá permanecer «cuatro meses» de baja laboral con un largo proceso de rehabilitación por delante. «Con un familiar dependiente -su mujer- y siendo autónomo, todo se complica. Me ha arruinado la vida», lamenta.
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El afectado señala que debido a que estos vehículos no llevan matrícula se complica la identificación del usuario y por ello pide ayuda ciudadana, por si posibles testigos pudieran identificar al usuario del patinete que le empujó al suelo. «Cuando vieron lo que ocurrió, la gente de al lado gritaba 'policía, policía', pero él huyó», recuerda.
En su denuncia, que realizó por teléfono desde el propio hospital después de que en Enfermería le informaran de que tenía esa posibilidad, recoge que fue un varón de unos «treinta años». «No me explico cómo no me atropelló un coche porque caí en medio de la vía. Tuve suerte, pero no me auxilió», repite este vecino de la capital alavesa que apunta hacia una posible omisión del deber de socorro. Su caso también llegará a la oficina de la Síndica.
El accidente que sufrió este hombre es uno más que se suma a una estadística que, según los datos que maneja el Ayuntamiento de Vitoria, contabiliza 187 siniestros con patinetes implicados en la ciudad a lo largo de 2022. Hasta 18 fueron atropellos a peatones, en 81 intervinieron otros vehículos y 88 fueron por otros motivos como caídas, resbalones... El balance, eso sí, solo recoge los casos ocurridos hasta noviembre, por lo que aún habría que añadir alguno más.
El aumento generalizado de la siniestralidad debido al mayor uso de los patinetes ha servido de acicate para que algunas ciudades hayan decidido realizar cambios en sus normativas. Córdoba ha sido la primera urbe con una ordenanza de movilidad que incluirá la obligatoriedad de la contratación de un seguro por parte de los dueños de Vehículos de Movilidad Personal (VMP), una novedad que entrará en vigor el 1 de julio. También Barcelona ha propuesto la implementación de esta medida, aunque no se ha aprobado por el momento.
Desde la Federación de Asociaciones de Vecinos de Álava (FAVA) reclaman una ordenanza municipal «clara» en la misma línea. Solicitan que los patinetes vayan identificados con una matrícula y cuenten con seguro de responsabilidad civil. En Vitoria no se prevé, por ahora, un cambio en su ordenanza de movilidad, por lo que estos vehículos se rigen por las normas de tráfico establecidas por la DGT. Desde 2021, por ejemplo, los patinetes eléctricos solo pueden ir por la calzada o el bidegorri.
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