La mayoría de centros alaveses no oferta el nuevo Bachiller general por «falta de concreción»

Entre los concertados alaveses denuncian que hasta el momento se ha trabajado solo con borradores, por lo que no están en situación de poder incorporar esta modalidad a su oferta educativa. «Todavía no le vemos mucho sentido a esta nueva rama de Bachillerato. No sabemos a qué está encaminada ni hay un currículum concreto», señala Josemi Urrutia, coordinador de Bachiller de Urkide. «Estamos hablando de una etapa clave para el alumnado y consideramos que sería jugar a la lotería», agrega con total sinceridad.

Según el documento del Ministerio de Educación y Formación profesional que Euskadi tiene que adaptar, «se dirige al alumnado que requiere una formación integral que le permita profundizar en la capacidad de análisis en diversos campos, pero sin necesidad de centrarse en un área de conocimientos concreta». Este currículum podría encajarle a estudiantes que deseen cursar carreras como Psicología, Sociología o Periodismo, pero esto es algo sobre lo que todavía hay muchas dudas. «Están trabajando con borradores y no sabemos aún a qué estudios va a dar acceso y cómo les puede limitar a nuestros alumnos en un futuro», añaden desde Marianistas.

Tampoco en San Viator ofrecerán el nuevo Bachillerato general «porque no nos están llegando los currículums ni sabemos qué implicaciones tendrá de cara a la prueba de acceso a la universidad», apunta la directora, Miriam Zuazola. En un futuro no descartan integrarlo en su oferta pero está claro que no será el próximo curso. Desde Egibide creen que «es muy inseguro ofrecerlo sin saber cómo se va a trasladar después a la Selectividad» y es que la universidad todavía no ha decidido cómo va a evaluar las materias que se impartirán.

«No sabemos ni para qué sirve ni en qué consiste exactamente. No vamos a tirarnos a la piscina sin saber si hay agua», resume la directora de Sagrado Corazón Carmelitas, Nieves Maya. No es que los centros cuestionen las oportunidades que puede ofrecer esta modalidad a estudiantes que no vayan a requerir una formación específica en ciencias o letras de cara a la universidad o a los que quieran acceder a un ciclo formativo, pero les falta concreción. «No tenemos información estable y definitiva para ofrecer a las familias. Que, por supuesto, preguntan todos los detalles sobre el futuro de sus hijos», zanja Alberto Echezarra, director de Corazonistas.