Las matronas alavesas piden más refuerzos en Txagorritxu y los centros de salud

«Nuestro trabajo va más allá de los embarazos y los partos», reivindica. Enseñan a hacer exploración de mamas, se encargan de los cribados de cáncer de cérvix, las clases de preparto, las de suelo pélvico, talleres de salud sexual y reproductiva, ayudan a prevenir enfermedades de transmisión sexual, dan consejos en la anticoncepción, atienden urgencias ginecológicas hospitalarias, controlan el proceso de dilatación, los partos, el 'piel con piel', algunos postoperatorios y saben mucho de lactancia y menopausia...

Pero les gustaría poder acompañar de una manera más estrecha a las mujeres a lo largo de su vida, por ejemplo, en el climaterio. Y por eso piden refuerzos en el HUA Txagorritxu, el único hospital alavés con Unidad de Obstetricia y Ginecología, y en los centros de salud. Según explica el secretario de Satse en Álava, Gabriel Pérez, aunque el ratio de matronas por 10.000 mujeres en Euskadi es un poco mejor que el de la media española (4 frente a 3), está muy por debajo de las siete especialistas en Ginecología y Obstetricia que recomienda la OCDE. «Hay una diferencia sustancial», reflexiona al tiempo que defiende un mayor despliegue de matronas que para llegar a los ratios europeos supondría duplicar las actuales plantillas. En Atención Primaria, para reforzar su papel formativo; y en la hospitalaria, para garantizar, entre otras cuestiones, que una misma profesional acompañe a una parturienta durante todo el proceso, dure lo que dure, y no a varias a la vez. Lo que denominan 'one to one'.

En Txagorritxu trabajan cinco matronas de día y cuatro de noche y una más refuerza (de manera provisional) los turnos de ocho de la tarde a una de la madrugada. Atienden todas las urgencias. Otras doce profesionales se reparten entre los centros de salud de Salburua, Zabalgana y Lakuabizkarra con salidas a los consultorios rurales.

Según Satse, en conjunto en la sanidad pública vasca trabajan 401 matronas, de las que 139 están en Atención Primaria. En los centros de salud tienen asignadas una media de 8.100 mujeres por consulta, «cuando lo recomendado es de 3.500», dice.

La central considera también necesario duplicar las 25 plazas de residentes, es decir, enfermeras que se forman durante dos años en hospitales vascos para especializarse. Ayudaría a paliar el problema de falta de relevo que también sobrevuela sobre las matronas, ya que un alto porcentaje de ellas se jubilará pronto. La demanda es generalizada y ante la poca estabilidad de los contratos que ofrece Osakidetza algunas optan por migrar a Noruega y Reino Unido, zanjan desde el sindicato.