En el Salto del Nervión se montan auténticas romerías. igor aizpuru

La masificación de visitantes pone en riesgo a una decena de parajes naturales de Álava

La Diputación y los pueblos ponen límites a coches y autocaravanas, colocan carteles con normas de respeto y acotan áreas de escalada

Sábado, 26 de febrero 2022, 01:46

No era flor de un día. Aquellas hordas de gente saliendo en estampida los fines de semana a los montes más cercanos del pasado año, cuando la pandemia obligaba a limitar los movimientos entre municipios, se han moderado, pero no han desaparecido. Pasear cómodamente por ... un hayedo, bañarse en una poza natural, bajar un monte a toda mecha en bicicleta de montaña, sacar a los niños y a los perros a quemar pista son ya actividades frecuentes. Lo natural está de moda y si el viaje se hace a algún rincón que luzca mucho en instagram o se abre una ruta nueva e inexplorada con coordenadas, mapa satélite, pelos y señales en la wikiloc, mejor. Lo verde es patrimonio de todos los alaveses, pero cuando no se cuida, las consecuencias las pagan quienes viven del campo a las faldas de esa ruta, ese desfiladero o ese parque natural. En Álava existen una decena de parajes de gran belleza al borde de la masificación. Sufren una presión creciente de visitantes y la Diputación y los pueblos intentan poner orden para minimizar riesgos y molestias.

Publicidad

«No se trata de prohibir el acceso a ningún sitio», explica el jefe de Espacios Naturales y Biodiversidad de la Diputación, Joseba Carreras. El objetivo es sensibilizar. Los vecinos de las juntas administrativas aseguran que la mayoría de la gente es respetuosa con el suelo que pisa, pero siempre hay un tanto por ciento de excursionistas poco empáticos con el medio rural o poco conscientes de lo fácil que puede ser estresar a una oveja embarazada, irritar a un perro pastor, espantar a unas nutrias, erosionar caminos o impedir la cría de una rapaz.

Un boom

«Con el confiamiento y las redes sociales hay mucha gente que ha descubierto lo que es la naturaleza»

Autocaravanas

Los parques naturales han reducido el espacio para estos vehículos para evitar que lo ocupen todo

La primera de las medidas adoptadas por la Diputación ha sido la de ordenar el tráfico de vehículos y autocaravanas en los cuatro parques naturales de Álava. En el de Gorbeia, el más grande de Euskadi, sólo se permiten 148 coches y 22 autocaravanas en Sarria, el acceso más popular desde Álava. Valderejo tiene espacio para 65 turismos y 20 'coches-casa'; en Izki, caben 46 y 10 y en el Aratz se deja espacio para 35 autos y 8 caravanas en La Lece. En ninguno se puede pernoctar más de dos noches. Aparcar fuera de las zonas permitidas está multado, señala Carreras.

También se levantan y bajan barreras de control de aforos en las playas de Landa y Garaio de manera que hay fines de semana que sólo los muy madrugadores pueden disfrutar de sus bellos parajes.

Molestar a los animales

Pero no todos los peligros para el medio rural llegan a través de los coches y de la saturación de carreteras, cunetas o parcelarias. El baño es libre en las pozas de Zaldibatxo (Sarria) pero se han puesto carteles que piden a los bañistas que entiendan que alrededor hay animales y no pongan música, no metan al agua colchonetas ni otro tipo de elementos lúdicos y no dejen desperdicios. Se va a hacer lo mismo en otras zonas acuáticas similares. La Diputación ha ordenado también las áreas de escalada de para evitar daños a las rapaces que anidan en los roquedos. Aunque las más conocidas son las escuelas de La Lece y Oro, hay más y se han señalizado las zonas reservadas a pies de gato, arneses, ochos, mosquetones y magnesio.

Publicidad

5parques naturales se pueden visitar en Álava: son los de Gorbeia (el mayor de Euskadi, compartido con Bizkaia), Urkiola (también con Bizkaia), Aitzkorri-Aratz (con Gipuzkoa), Izki y Valderejo. Superan las 400.000 visitas al año, según los datos de 2019, anteriores a la pandemia.

Territorio protegido

Tres cuartas partes de Álava cuentan con algún tipo de protección por la excepcionalidad de sus paisajes, flora y fauna.

En el entorno de la cascada de Gujuli, en el Gorbeia y en la Sierra de Entzia hay paneles explicativos que recuerdan a los senderistas que van a entrar en zonas donde pasta el ganado al cuidado de perros y es mejor bajarse de la bici, no llevar mascotas sueltas, cerrar los pasos y seguir el sendero marcado.

«Con el confinamiento y las redes sociales hay mucha gente que ha descubierto lo que es la naturaleza y que no estaba acostumbrada a moverse por ella y hay que sensibilizarles», defiende Carrera. Mientras sopesa cómo limitar las carreras de montaña (ese es otro tema) admite que es imposible actuar en todos los rincones con gran afluencia de visitantes y entiende que el control sea más complicado en los pueblos pequeños.

Publicidad

10Ahí va la lista 'Top Ten': Salto del Nervión (entre Amurrio y Burgos), parque del Gorbeia y pozas de Zaldibartxo, Hoya de La Lece (Aitzkorri Aratz), desfiladero de Okina, Ruta del Agua del río Inglares, playas de Landa y Garaio, desfiladeros del río Purón (Valderejo) y Sierra de Entzia .

Olárizu, ejemplo de erosión

Los alrededores de Vitoria quedan fuera de este reportaje, pero la cuesta central de ascenso al monte Olárizu desde la dehesa es ejemplo de los efectos de la masificación. Está totalmente erosionada. El Ayuntamiento ha puesto escaleras y cuerdas para que las personas y las bicis no vayan por cualquier lado, pero ha sido inútil.

Ocurre en Okina, desde donde parte la ruta del desfiladero hacia Sáseta, o en Delika, desde donde se puede llegar a ver desde abajo el Salto del Nervión, sin duda el rincón más fotografiado de Álava en época de deshielo. En Delika se estudia dónde poner un aparcamiento de más capacidad para evitar que los coches obstaculicen el paso a los vecinos. En Okina, sin embargo, temen que un parking aún atraiga más coches a una tranquila localidad que ve su paz alterada cada fin de semana, cuando los niños se quedan sin plaza para jugar, los tractores no pueden salir, los perros de ciudad asustan a ovejas y vacas y siempre hay alguno que decide limpiar el barro de la bici en la fuente. Piden respeto a su modo de vida. Nada más ni nada menos.

El presidente de la asociación de concejos de Álava Acoa, Joseba Terreros, apela al «sentido común» de los visitantes y que entiendan que si Álava tiene un gran patrimonio natural «que es de todos» es porque el medio rural se ha encargado de su cuidado durante siglos. Pide respeto «y no competencia» con quienes tienen su modo de vida en el campo y emplaza a los excursionistas a emplear el máximo «civismo» en sus salidas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad