Mucho se ha hablado de Madrid y su 'movida', incluso para decir bien poco. Pero, en comparación, lo de la capital alavesa en los años 80 fue todo un 'movidón'. Con el paraguas del Festival de Vídeo Musical, la escena local y las visitas ... de otras figuras de la música dieron un vuelco total a aquella Vitoria con apellido de pacata y con sambenito de sede de curas y militares. Por esto resulta lógico que aquellos efectos de vanguardia se recojan ahora en el marco de un museo de arte contemporáneo. Y el Artium de Álava es ahora un escaparate para aquellos impulsos de modernidad, retratados por la fotógrafa Mariví Ibarrola, dentro de la propuesta 'Ez dakit zer pasatzen den azken aldi honetan' ('No sé qué está pasando últimamente'), seleccionada en la convocatoria Komisario Berriak 2020.
Publicidad
«Volver a Vitoria me ha hecho una ilusión impresionante. Además de cubrir este festival en los 80, en los 90 me llamó el director, Manuel Palacio, y estuvimos conco años trabajando juntos y levantando el festival», recuerda Mariví Ibarrola. La fotógrafa añade que también le ha llenado de alegría «reproducir estas imágenes tan icónicas, como las del recinto de Mendizorroza –por decir algunas– y poner a la ciudad en el mapa con el festival de videoclip».
Ibarrola detalla que en aquella segunda mitad de los 80 «tener un videoclip, ya fuera un grupo más o menos independiente, permitía salir en las televisiones. Era un medio de promoción impresionante, aunque no fuera global entonces, sino nacional. Y es un archivo que siempre queda».
También permanece la sensación de que todos aquellos músicos –de Barricada a La Polla Records o de Hertzainak a Kortatu entre los más próximos– «eran muy cercanos a la hora de posar. El mundo ha cambiado totalmente con respecto al músico: en ese momento, no era una industria. El rock and roll no daba dinero en ese momento. Tú te lo guisabas y te lo comías: tampoco estabas al lado de una marca, porque hoy todo el mundo tiene un espónsor». Agrega Ibarrola que «el poder creativo estaba en esta gente, no había nadie detrás. Y cuando las instituciones se pusieron en ese lado fue después. Era el talento que tenía cada uno en su estilo para dar su mensaje, y cada uno tenía el suyo», precisa la fotógrafa.
Publicidad
Cuando hace un zoom hacia las primeras seis ediciones del Festival de Vídeo Musical de Vitoria-Gasteiz (1985-1990) recogidas en la muestra, admite que «me gustó fotografiar a Evaristo con esa cara de buena persona que tiene. Me encanta sacar ese alma, la bondad que tiene en la mirada, poder mostrar esa candidez de una persona que intenta ir de duro con sus letras, sacar lo bueno de las personas», incluso sobrepasar la pose escénica de un personaje.
Mariví Ibarrola reivindica «el placer de hacer fotos, algo que a todo el mundo le gusta ahora, que se ha democratizado», valora. Pero también lamenta que con esa extensión de los medios técnicos no ha habido una popularización del conocimiento de la fotografía. «Como fotoperiodista, buscas la rapidez, pero hay que tener una mentalidad para enfocar, medir la luz, posicionar al sujeto –o, según quién sea, moverte tú o subirte a un pino verde– y encuadrar. La revolución digital nos ha hecho reinventarnos a todos, pero creo que ahora se necesita aquella enseñanza analógica: dar importancia a las cosas y no disparar por disparar», razona la autora. «Me gustaba encontrar una mirada, un encuadre, un mensaje. Quieras o no, eres subjetiva, intervienes en la puesta en escena como con el sidecar en el parking de Mendizorroza», ejemplifica.
Publicidad
No olvida Ibarrola destacar que le encanta que sus trabajos se exhiban «en un museo importante, con una colección importantísima. Aunque mis fotos estén sólo dos meses. Me hace mucha ilusión», señala una autora que mucho antes de conocer los fondos del Artium «y ese edificio tan carismático» ya se declaraba toda una fan de Vitoria.
«Antes de volver allí, me puse al día con cuestiones como los 200 años del parque de La Florida», en cuya Casa de Cultura «se hicieron los primeros festivales. Luego, los premios se daban en el polideportivo de Mendizorroza. Más adelante, hubo cambios y se llevó al Teatro Principal».
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.