La marcha atrás de la quinta ola se ralentiza en Euskadi con 75 casos en las últimas horas

Pero parece que va a costar llegar más de lo previsto a la gran meta. En las últimas horas, se ha constatado una leve subida de la incidencia a 7 días, el indicador que permite a los expertos calibrar el comportamiento de la enfermedad a una semana vista y que anticipa la evolución de la tasa de 14 días, la principal referencia para gestionar esta crisis. En las últimas horas, este parámetro ha subido de 36,10 a 36,20. Este pequeño contratiempo evidencia que, pese al avance en la campaña de vacunación -con coberturas cercanas al 90% de la población diana con la pauta completa-, aún existe riesgo de rebrote. Sin embargo, aún es pronto para vaticinar si la incidencia retomará un rumbo ascendente o si, por el contrario, si deriva en un repunte pasajero.

Y no es el único dato negativo. Los contagios registrados suponen un leve aumento con respecto al mismo día de la semana pasada -el lunes anterior se contabilizaron un total de 69, el dato más bajo desde el verano de 2020- y el R0, el índice que marca la velocidad de transmisión, ha experimentado una brusca subida. De 7 puntos en un día. Ha vuelto a ascender al 0,86 en el conjunto de Euskadi. Se sitúa por debajo del valor prohibido, el 1, lo que indica que la pandemia continúa en fase deseaceleración, pero Sagardui ha advertido de esta variación. «Hay que esperar. En ocasiones, se pueden dar pequeñas desviaciones que pueden tener una mayor incidencia porcentual. Y también pueden responder a situaciones o reuniones en las que no se han seguido las medidas», ha asegurado a la vez que ha remarcado que espera que sea «algo circunstancial».

Con todo, la situación epidemiológica se encuentra en los mejores niveles desde el verano pasado. Por territorios, Bizkaia se anota 43 positivos, Gipuzkoa 18 y Álava 11. El nivel de positividad ha vuelto a disminuir y registra un 1,8%, el mejor dato de los últimos cuatro días. Con todo ya son varias semanas dentro de los límites que marca la OMS para Europa para indicar que ya no existe una transmisión comunitaria. Es decir, que el virus está prácticamente controlado y la mayor parte de los casos no se escapan al radar de Osakidetza. «Después de meses diciendo 'vamos bien, pero no estamos bien', por fin, puedo decir 'vamos bien y estamos casi bien'», ha señalado la consejera.

La bajada de los contagios vislumbra un cambio inmediato en la vida de los vascos. Aunque la última flexibilización de las restricciones ya permitió a la comunidad avanzar hacia la deseada normalidad, todavía quedan limitaciones que podrían eliminar en la próxima reunión del consejo asesor del LABI, el órgano presidido por el lehendakari que toma las decisiones sobre la pandemia. Sin fecha aún confirmada para el encuentro, en la última sesión se fijó un plazo de 15 días para revisar las restricciones en vigor. Por tanto, se espera que se celebre a finales de esta semana, o a más tardar el lunes.

Jonan Fernández, el director de la comisión técnica que asesora al LABI político, ya adelantó la semana pasada que se esperan modificaciones significativas en aforos, horarios y estructuración de actividades. Cabe recordar que una de las medidas que continúa vigente es la prohibición de consumir en barra o de pie, sin asiento. Son algunas de las restricciones que se revisarán si la comunidad avanza con claridad hacia el nivel 1 de alerta de los tres que contempla el Plan Bizi Berri IV, escenario que supone bajar de la barrera deseada de los 60 casos y desactivar la Emergencia Sanitaria.

La ocupación en las UCI es otro parámetro que condicionará cualquier decisión que se tome. Hasta ayer, se había logrado el primer objetivo para abrir la puerta a un mayor relajamiento de las medidas. Los profesionales de las áreas de intensivos cuidaban hasta ayer a un total de 41 críticos, uno más que en la víspera, pero la mitad que en el pico de este último envite.