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jesús nicolás
Viernes, 30 de julio 2021, 00:20
Cuando los humanos nos retiramos del entorno, la naturaleza recupera el espacio que le fue arrebatado. Pero si además le ayudamos, la mejora de un hábitat puede ser muy rápida. «Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las ... tierras y detener la pérdida de biodiversidad» es el punto 15 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y el propósito de 'Un pueblo, una acción por la diversidad', Este proyecto de la Diputación, Fundación Vital y el instituto de Murgia, en el que han participado más de 260 personas, trata de recuperar la biodiversidad en zonas rurales.
La Diputación encargó a la Vital liderar este proyecto con ese objetivo, para el que becó a Unai Zubia, un exalumno del IES Murgia y coordinador de esta iniciativa. Las propuestas surgieron a petición de los ayuntamientos de la cuadrilla de Gorbeialdea, pero se pretende que pueda llegar en los próximos años a otras áreas del territorio. «Lo importante es que los chavales y los vecinos de los pueblos se sientan protagonistas y se conciencien de la necesidad de cuidar nuestro entorno», destaca Zubia.
De las doce intervenciones propuestas, ocho fueron seleccionados y cuatro ya se han terminado. El primero fue un 'mariposario' en Legutio y ayer se pudieron visitar por primera vez otras tres: un camino en Manurga, un colmenar silvestre en Murgia y una charca de anfibios en Altube.
El más llamativo es una senda forestal recuperada en Manurga, que servirá para hacer 'baños de bosque'. «Se trata de un concepto de la filosofía japonesa. Hay médicos que recetan paseos por la naturaleza para tratar el estrés», explica Axier Urresti, director ejecutivo de Fundaciones Vital, que destaca la «fantástica acogida». «Participaron 15 habitantes de los 87 habitantes», destaca.
Es pronto para resultados, «solo llevamos medio año», asegura Zubia. Aun así, se congratula de que los colmenares ya empiecen a acoger a sus primeros inquilinos. «Ya se están dejando ver las abejas. Queríamos mejorar la polinización y las hemos recuperado en un sitio de donde desaparecieron por la plaga del ácaro Varroa», comenta orgulloso.
De aquí a final de año, se acometerán los otros cuatro proyectos pendientes. Todos ellos son reforestaciones que, como explica la directora foral de Medio Ambiente, Natividad López de Munain, «no se podían hacer hasta otoño, la época más propicia». Las localidades beneficiadas serán Villodas, Zárate, Ollávarre y Luco.
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