Delitos sexuales en Euskadi
«Mamá, creo que me han violado»Delitos sexuales en Euskadi
«Mamá, creo que me han violado»Un hostelero del Casco Viejo de Vitoria se expone a una petición fiscal de 36 años y nueve meses de prisión acusado de abusar sexualmente de dos menores tras emborracharlas y grabar la escena sin su consentimiento. Los hechos que se juzgan desde ayer ... martes en la Audiencia Provincial de Álava –hoy será la segunda vista oral– ocurrieron en el local de copas que regentaba en septiembre de 2021. Cuando bajó la persiana se quedó a solas con las adolescentes, sin edad legal para acceder a un bar. Una contaba 16 años y la otra, 17. Él propuso jugar a «reto o chupito» con una botella de plástico. A partir de ahí, las versiones difieren.
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La Fiscalía de Álava –a cargo de Josu Izaguirre– y la acusación particular consideran que en ese establecimiento se sucedieron hasta cuatro abusos sexuales, otro de elaboración de material pornográfico y uno de revelación de secretos. Por su parte, el encausado, que triplica en edad a estas jóvenes, defiende que fueron relaciones sexuales «consentidas». De ahí que su abogado, Carmelo Pascual, reclame la absolución.
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Ambas chicas testificaron a puerta cerrada. Según ha sabido este periódico, aportaron muy pocos detalles puesto que apenas recuerdan nada de aquella madrugada en época de pandemia. Una despertó por los sollozos de su amiga cuando este hombre estaba sobre ella. En ese momento decidieron marcharse, avisar a sus familiares y denunciar. «Mi hija me llamó y me dijo; 'mamá, creo que me han violado'», situó la progenitora de una víctima.
Los datos objetivos desvelan que a las tres horas del presunto ataque sexual, una menor dio «una tasa de alcohol en sangre de 1,73 gramos por litro», desvelan fuentes policiales. «Mi hija siempre me ha dicho que no recuerda nada a partir del último chupito», expresó su madre.
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Existe una grabación de lo ocurrido. Las cámaras de seguridad del local lo captaron todo, pese a que las chicas conminaron al acusado que las apagara en al menos dos ocasiones. «No sé cómo quitar el sistema», se justificó el investigado. Pero cuando le preguntaron por qué rechazó que ellas se movieran a una zona más íntima, los baños, contestó que «no quería hacer nada a escondidas por no tener problemas y que me acusaran de violación».
Él fue quien informó a la Ertzaintza de la existencia de un vídeo, que hoy se mostrará a los magistrados Jesús Poncela –ponente del caso–, Ana Zulueta y Francisco García Romo. Esas imágenes con audio, que hoy se exhibirán sólo al tribunal, muestran cómo el adulto conmina a las menores a mantener relaciones íntimas como desafío y a beber en caso de negativa.
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«'Tomados' estábamos todos, pero borrachos no», aseguró el encausado en otra respuesta de su declaración en la sala de vistas para, al poco, subrayar que «de todo no me acuerdo». Y pese a que con una de las adolescentes mantuvo «una o dos relaciones sexuales» en fechas previas a este incidente, ayer negó que conociera su minoría de edad. El portero de su local, encargado de cribar a los menores, admitió que las dejó entrar por indicación de su jefe.
Los patrulleros de la Ertzaintza que atendieron a las chicas al poco de llamar al 112 coincidieron en que estaban «bastante» o «muy borrachas». En esos confusos momentos iniciales ellas les dieron dos versiones por «vergüenza». Los agentes dieron la segunda por buena; la de que ambas estuvieron en el interior del establecimiento, se vieron forzadas a ingerir bebidas de alta graduación y perdieron la consciencia.
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A raíz de esa noche, las dos chicas presentan «daño social» que ha afectado a «su proyecto vital de interacción con los hombres». Ambas presentan secuelas. «Tiene ansiedad y ataques de pánico, sale siempre a la calle acompañada, cada dos por tres llora, antes no era así, dejó de estudiar», enumeraron sus madres con preocupación.
Aparte del global de 36 años y nueve meses de prisión por los seis delitos supuestamente cometidos aquella noche de septiembre, las acusaciones exigen para este hombre una indemnización conjunta de 22.000 euros para estas jóvenes, una multa de 6.000 euros y una orden de alejamiento de ambas. Esta mañana de miércoles se celebrará la jornada definitiva de este juicio penal. en el Palacio de Justicia de la Avenida de Gasteiz.
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