Alavesa del Mes

Majida Maayouf, la atleta invisible que vio la luz en el año 2023

En 2021 en el maratón de Siena logró su gran objetivo, la mínima para acudir a los Juegos de Tokio parando el crono en 2h.29.24. Pero eso no fue suficiente para que se acelerara su proceso de nacionalización. En 2022 su progresión atlética fue espectacular: 2h.21.01 en Valencia, cinco minutos mejor que la española Marta Galimany que establecía el nuevo récord nacional en 2h.26.14. Fue la sexta mejor marca europea de la historia, por delante de la noruega Ingrid Kristiansen. Por poner en contexto estos cronos, se pueden mencionar el actual tope continental, en poder de la británica Paula Radcliffe (2h.15.25, Londres 2003) o el récord del mundo que ostenta Tigst Assefa (2h.11.53, logrado en septiembre en Berlín pulverizando el previo de 2:14:04, fijado por la keniana Brigid Kosgei en el maratón de Chicago en 2019).

La siembra fue dando sus frutos. La marca deportiva Asics apostó por ella en 2023 para formar parte de su equipo de atletismo. Un contrato que le ha permitido una dedicación total y sentirse profesional a tiempo completo. Atrás quedarían varias temporadas en el club Bilbao Atletismo Santutxu donde compaginaba las competiciones y entrenamientos con un trabajo en una tienda de deportes.

Después de tanta penumbra, de competir sin identidad, ni marroquí ni española, después de llegar primera a la meta en campeonatos de España pero no poder llevarse la medalla, en junio de 2023 llegó la ansiada nacionalidad. Un pasaporte que le ha abierto las puertas de par en par para ser considerada, valorada y recompensada. Sin ir más lejos viene de participar en la prestigiosa San Silvestre vallecana con un buen décimo puesto.

El pasado diciembre en el maratón de Valencia, el gran objetivo de Maayouf se hizo realidad. En su primera carrera como española, lograba oficialmente el récord nacional de la distancia con una marca de 2.21.27. Un registro que, además, certifica la mínima y el pasaporte para estar en París.

Un sueño olímpico que le ha impulsado durante todos estos años a sufrir en silencio, a luchar y pelear sin descanso.

A sus 34 años, ya visualiza ese momento e incluso se atreve a a hacer pronósticos. «Quiero ir a por todas. Y sueño con la carrera perfecta, con que todo salga bien», afirma. Incluso no descarta poder mejorar su marca personal y bajar del umbral de las dos horas y 20 minutos. «Si te lo propones, puedes alcanzarlo», afirma segura de sí misma.