Madrid prevé desviar los trenes de mercancías de alta velocidad por el norte de Vitoria

A pesar de que todavía no se trata de un recorrido definitivo por estar en una fase incipiente (dependerá del resultado del propio estudio y del impacto ambiental, entre otros aspectos), tampoco es una solución del todo nueva. En realidad, «rescata» parte del trazado planteado en 2012, donde se planteaba desviar las mercancías por un trazado independiente.

Esta nueva apuesta evita que los trenes de carga atraviesen la ciudad por el centro. Estos convoyes son, por lo general, los que más molestias provocan en cuanto a las afecciones acústicas y de vibraciones, por su velocidad, peso y tamaño. Se trata de trenes que en algunos casos superan los 700 metros de longitud. Las afecciones no sólo se reducirían en el centro, donde el paso del tren se prevé soterrado, sino por los barrios por los que avanza en superficie, como Salburua y Zabalgana.

La nueva propuesta, que ya se ha abordado en diversas reuniones técnicas, persigue tener una mayor capacidad ante el exponencial aumento que se prevé en el transporte por ferrocarril. De hecho, es una de las grandes apuestas para que la plataforma de Júndiz ingrese en la élite europea y fortalecer el perfil de Vitoria en materia logística. Apenas hay previsiones concretas para el crecimiento de este sector y, de hecho, existe cierto temor a que el soterramiento planteado pueda resultar insuficiente. Es decir, ampliar la infraestructura del futuro soterramiento sería más costoso (económica y técnicamente) que hacerlo en una nueva infraestructura por el Norte. En este sentido, fuentes del Ministerio de Transportes observan ambos servicios «fácilmente independizables».

Pero más allá de las afecciones a los vecinos, el Ministerio también contempla esta solución desde el punto de vista del tráfico de mercancías. Crear una variante específica para los trenes de carga facilita el hecho de mantener el servicio en el trazado en la línea Madrid-Irun, que «no puede interrumpirse» por ser el tronco principal del Eje Atlántico. Aunque todavía no se ha redactado el proyecto del soterramiento de Vitoria, cabe recordar que el tráfico ferroviario de viajeros deberá garantizarse en paralelo a las obras. Se trata uno de los aspectos más complejos de la nueva infraestructura, que se vería más simplificado al desviar las mercancías.

Los plazos que maneja el Ministerio son de un máximo de «seis meses» desde el encargo del estudio, que ya está en trámite. Lo realizará INECO, que es la empresa pública española de ingeniería (como ETS a nivel nacional). Desde Transportes confían en contar con el resultado «para final de año». Una vez concluido el análisis, se realizará un nuevo estudio informativo, junto a la evaluación ambiental.

Pese a la mala experiencia reciente que ha sufrido la capital alavesa con estos trámites (el visto bueno al soterramiento ha tardado cinco años), las mismas fuentes creen que será «relativamente rápido», al proceder de un estudio informativo anterior y tener, a priori, un menor impacto medioambiental. De hecho, confían en que la nueva variante se desarrolle «en paralelo a la 'Y' vasca y sin suponer un lastre para el hito de su puesta en servicio».