AVS

Lur-1, el primer satélite 100% vasco que se hace en Vitoria y será lanzado en 2024

La división espacial que la empresa AVS posee en Miñano ha diseñado y fabricado el aparato, que fotografiará la geografía de Euskadi y cuenta con el apoyo del Gobierno vasco

Viernes, 27 de octubre 2023, 11:18

Tres años de trabajo y un equipo de doce personas están detrás de Lur-1, el primer satélite íntegramente vasco de la historia. La misión ha sido completamente desarrollada por la empresa Added Value Solutions (AVS), con sedes en Elgoibar y en el parque empresarial ... de Miñano, en Vitoria. Precisamente hasta allí se ha desplazado este viernes el lehendakari Iñigo Urkullu y la consejera de Desarrollo Económico Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, en una visita que ha servido tanto para estrenar las instalaciones de la ingeniería en la capital alavesa, como para comprobar el proyecto, en el que el Gobierno vasco participa sufragando el 40% de los costes.

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«Resulta admirable que una empresa nacida en un pqueño municipio como Elgoibar y asentada ahora en el Parque Tecnológico de Álava, desarrolle y comparta capacidades tecnológicas con aliados de primera división como la Nasa o al Agencia Espacial Europea (ESA). Son palabras mayores y sin duda un motivo de orgullo de país», ha elogiado Urkullu. Euskadi destina, en la actualidad, el 2,2% del su Producto Interior Bruto a proyectos de I+D+i y «en los últimos ters años hemos incrementado la inversión púlica en un 31%», ha cifrado el lehendakari que han agradecido a la firma haber colocado al territorio en el espacio.

La misión incluye un microsatélite de 57 kilos de peso, que para el común de los mortales se parece bastante a una lavadora de diseño futurista, y una estación de seguimiento en el mismo Miñano. El dispositivo está «siendo ensamblado en estos momentos» en la planta alavesa, donde también se probará en las enormes cámaras en las que se reproducirán las condiciones que tendrá que soportar en el espacio.

Lur-1 será lanzado a mitad del año que viene «desde la base Vandenberg de la Fuerza Aérea, California, en la misión Transporter 11 de SpaceX», desvela Miguel Ángel Carrera, CEO de AVS. La firma es una de las compañías líderes del mundo en el diseño y desarrollo de equipos de alta calidad para infraestructuras de investigación. Lo suyo son los equipos creados para funcionar en ambientes muy complicados y difíciles de mantener. Hasta ahora se habían estado moviendo en el terreno de los subsistemas, es decir, de la fabricación de componentes para proyectos.

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Con esta misión dan el salto definitivamente a la elaboración integral. Por decirlo de alguna manera, pasan de hacer una parte a desarrollar el todo. Es una de las grandes novedades de la misión vasca. «Se hace aquí y, una vez en el espacio, se controlará desde aquí», confirma Carrera. ¿Cómo? Gracias a la instalación de una enorme antena de 5,5 metros de diámetro en la sede de Miñano, donde además se habilitará en las próximas semanas una sala de control.

Desde ella se enviarán instrucciones a Lur y se recibirán las imágenes que el dispositivo vaya tomando. Una conexión que se producirá cada vez que este pase por encima de Vitoria, eso sí, a 400 kilómetros de altura. A lo largo del recorrido por su órbita, el aparato tomará fotos de otros puntos del planeta «que podremos vender a quien las pida», apunta el CEO de la compañía. Eso sí, tiene muy claro que eso «sería un modelo de negocio a corto plazo, porque a nosotros lo que nos interesa es ser capaces de hacer que funcione, orbite o maniobre...».

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Y es que, pese a su pequeño tamaño, Lur lleva a bordo mucho más que una cámara de fotos. «Va cargado de dispositivos, como un prototipo de receptor cuántico, necesario para realizar enlaces seguros encriptados, sistemas de propulsión, de control de altitud, de apuntamiento o un panel solar entre otros», detalla Carrera. Será como un banco de pruebas espacial en el que AVS puede probar en condiciones reales todos sus desarrollos tecnológicos. «Es el mejor test posible y algo muy ilusionante para nosotros. Es la mejor forma de demostrar nuestra capacidad de desarrollar plataformas y seguir creciendo», admite satisfecho.

Entre los sistemas y subsistemas que transporta Lur, no faltará una segunda cámara para hacerse selfies. No es vanidad, sino una forma de que sus operadores confirmen que todo va bien. Será primordial, además, cuando la misión concluya, dentro de cinco años. Entonces, el objetivo es que el aparato no pase a ser uno más de miles de objetos que flotan en la atmósfera convertidos en basura espacial.

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Dos dispositivos que se ensamblan

«La idea es que lancemos otro satélite que lo desorbite, es decir, que lo saque de su órbita y lo empuje a la atmósfera donde se desintegrará sin peligro de llegar a la Tierra», anuncian desde la empresa. Suena sencillo, pero no lo es. AVS lleva años trabajando con esa idea y recientemente ha ganado un contrato en EE UU que supondrá el envío al espacio, en 2025, de dos satélites independientes que una vez arriba serán capaces de acoplarse de forma autónoma.

«Si sale bien, será otro hito para nosotros porque primero demostramos que somos capaces de hacer una plataforma como Lur, luego que podemos desarrollar dos, subirlas y que se acoplen autónomamente y por último, que somos capaces de echar una de ellas a la atmósfera», resume Miguel Ángel Carrera. Ese último paso es en el que trabajan y para el que buscan financiación. La misión se llamará Nagusia, término que dará nombre al futuro satélite que coja a Lur en pleno espacio y lo arroje a su desintegración. En el proceso, será primordial la experiencia ganada con 'la mano' -compuesta por pinza, muñeca y cámaras-, que la empresa ha fabricado para el Rover de la misión Mars Sample Return, prevista por la NASA y la Agencia Espacial Europea para 2028.

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Con todo ello, Added Value Solutions se postula como un agente de primer orden en lo que se ha dado en llamar economía espacial. «El espacio está lleno de basura. Son satélites que han quedado inservibles pero que siguen dando vueltas por ahí. Eso es un peligro porque pueden chocar con otros que sí funcionan, con misiones tripuladas o con estaciones. Hay miles y el futuro pasa por recogerlos. Son un montón de vehículos y potencialmente necesitas talleres, gasolineras o grúas. Ahí es hacia donde vamos y en lo que nos queremos posicionar», resume Carrera que este viernes presentará todas estas novedades a Iñigo Urkullu. «Que vean que el dinero público que nos llega para proyectos de i+D, lo materializamos».

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