Lugares donde estremecerse en Álava...y alrededores

Un recorrido por los lugares más tenebrosos del territorio en el que no faltan fantasmas, asesinos o pueblos malditos

Martes, 31 de octubre 2023, 00:17

Llámese Día de los Difuntos, de Todos los Santos o el más moderno e internacional Halloween, la noche que da paso al 1 de noviembre es una de esas propicias para contar historias inquietantes. Cada lugar tiene las suyas y Álava no es ajena a ... fantasmas, leyendas de asesinos en serie o sin más, fenómenos de esos que nadie puede explicar de forma racional...o sí, pero qué más da. Pasar miedo tiene ese no se sabe qué al que pocos pueden resistirse. En todo caso, allá cada cual con acercarse a ciertos sitios a ciertas horas. Avisados están.

Publicidad

Andresito, el fantasma más vitoriano

Ricardo del Val

No hay vitoriano que no conozca a Andresito, el fantasma que se aparece, dicen, por las dependencias del edificio de la Policía Nacional y los Juzgados de la calle Olaguíbel. No sabemos si las obras de modernización que allí se desarrollan le harán recogerse o si lo animarán a pegar algún susto a quienes allí trabajan. El espacio que ahora ocupa la enorme construcción fue ocupado durante siglos por el convento de San Francisco, derribado en 1930. Hasta entonces nada raro había pasado, pero pronto empezaron a correr historias que hablaban de un niño que se aparecía unas veces solos, otras con un adulto de la mano. Ecos de risas o de llantos en lugares supuestamente vacíos. Alguien ligó tales fenómenos con la supuesta maldición lanzada por Berenguela López de Haro, benefactora del convento derruido. En su testamento condenaba a grandes males a quien osara acabar con el templo.

Ya en la década de los 90, las 'apariciones' de Andresito se dispararon. Proliferaron grabaciones de gritos o llantos, vecinos cercanos que aseguraban haber escuchando risas infantiles o trabajadores, policías incluidos, que aseguraban haber visto las figuras borrosas de un hombre y un crío rondando por los pasillos del edificio.

Aiurdin y la figura sin cara ni pies

E. C:

El túnel de Aiurdin suele ser un punto de extraños y repentinos cambios para quienes transitan por él cada día. Se entra con sol, se sale con niebla. No es excesivamente largo, y suele estar bien iluminado, sin embargo, tiene su propia e inquietante presencia. Cuentan que en su interior suele aparecer una figura humana que viste con capa, ronda con los brazos en cruz y carece de rostro y pies. Testigos de tan terrorífica escena fueron, hace unos años, una pareja de la Ertzaintza que acudió al túnel, situado a 14 kilómetros de Vitoria, para auxiliar en un accidente de tráfico. Durante la operación no solo ellos sino también los ocupantes del coche accidentado contemplaron la espeluznante presencia.

Publicidad

El espíritu errante del Beato Tomás de Zumárraga

Las calles cercanas a la iglesia de San Pedro son dominios del espíritu del Beato Tomás de Zumárraga. Las apariciones del clérigo son, según se dice, tan inquietantes como su forma de morir: fue quemado vivo el 12 de septiembre de 1622, después de ser prisionero durante cinco años en Japón. Una despedida de este mundo tan horrenda que se entiende que algo de él haya quedado anclado para vengarse. O quizás se trate solo de la sombra furtiva de un gato callejero.

El misterio de la 'Emparedada'

Sorpresa, y mayúscula, fue la que se llevaron quienes participaban en las obras de rehabilitación del palacio de Villa Suso, allá por 1982. Entre la piedra caliza que conforma los muros del edificio apareció un cadáver. Las investigaciones pertinentes confirmaron que se trataba del cuerpo de una adolescente que llevaba allí cientos de años. Los rumores de su identidad se dispararon y hubo quien deslizó que podría ser la hija del dueño del palacio. Otros apuntaron que podría ser el cuerpo de alguna de sus amantes que acabó muerta para ocultar amoríos.  Sea como fuera el cuerpo sigue durmiendo allí y si está en paz o no nadie lo sabe con certeza. Lo que nadie duda es que pensar que el edificio alberga a la 'Emparedada', como se la conoce en la ciudad, produce inquietud al pasear por sus pasillos.

Publicidad

El destripador local

No parece haber constancia de que haya fantasma de Juan Díaz de Garayo pero la brutalidad de sus crímenes estremece al más valiente.  Estranguló, rajó, mutiló y evisceró al menos a seis mujeres de entre 13 y 55 años. Sus carnicerías, acaecidas entre 1870 y 1879, coincidían con las etapas de su vida en las que estaba viudo, algo doblemente inquietante y eso que nunca se probó que sus esposas pasaran al otro mundo a manos de Díaz de Garayo. En todo caso, fue detenido en 1880,  condenado a muerte, y ejecutado a garrote vil en 1881 en la cárcel del Polvorín Viejo. Con tal currículum, casi mejor que no haya fantasma de este paisano del que, al parecer, nadie sospechó durante bastante tiempo. Por cierto, está enterrado en el cementerio de Santa Isabel.

El pueblo de las mil sombras

Lobo Altuna

La razón desmonta las leyendas, pero siempre queda algo que hace que los humanos se inquieten. Eso es lo que ocurre cuando uno se acerca a Ochate, en el Condado de Treviño. A solo 20 kilómetros de Vitoria, sus ruinas y su  muros se alzan fantasmales y abandonados en una imagen propicia para las leyendas negras. Apuntalan su sello macabro una sucesión de epidemias terribles, que curiosamente no se extendieron a otros lugares, la desaparición, en 1868, del párroco Antonio Villegas del que nunca más se supo; o las violentas andanzas de un vecino aficionado a amargar la vida al resto y que acabó matando a un pastor del pueblo. En tiempos recientes, alguno de los que se ha aventurado a recorrer sus solitarias calles aseguran haber visto hasta ovnis. Allá usted si decide creérselo y acercarse.

Publicidad

La dama blanca de Subijana Morillas

Casi como un girón de niebla ronda la figura vaporosa y alargada de una mujer por la 'casa de los duendes' de Subijana Morillas. También llamada la 'casa encantada', se trata nada menos que de un palacio barroco del siglo XVI. En él, sus propios dueños y no pocos vecinos aseguran haber visto a la 'dama blanca', que aparece y se desvanece en un suspiro. Unos dicen que es el espíritu de una señora que se ahogó en el río y otros el de una asesinada que al no descansar en paz, pena por los pasillos del edificio o se pasea apesadumbrada por la parte trasera, cerca del río, en las noches invernales.  

Una muerte en el exilio y unos pasos sin dueño

Resuenan unos pasos nítidos. Es extraño porque no hay nadie más en el caserón. La curiosidad obliga a asomarse para ver de quién se trata, pero nadie aparece. Y eso que las pisadas siguen escuchándose con claridad. Van directas hacia una vitrina en la que se expone el uniforme de un antepasado carlista de la familia que se encontró con la muerte durante su exilio en Francia. Son muchos los que juran haber sido testigos de esta escena, que acontece con cierta asiduidad en el Palacio del Indiano, en Villanueva de Álava. Hasta los perros reaccionan de forma defensiva ante tan inquietante fenómeno, que algunos atribuyen al fantasma de aquel soldado atrapado en un intento eterno de volver con su familia. ¡Bu!

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad