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La fortuna suele esquivar a Álava. El 'Gordo' solo ha caído en tres ocasiones: en 1998 lo hizo en Oion y en Vitoria en 1830 y en 2006. De hecho, se trata de la cuarta provincia con menos suerte, tan solo por delante de Melilla, ... la única en la que nunca ha tocado; Ceuta (una vez) y Guadalajara y Orense (dos veces). A pesar de que el azar no parece tener mucha mano en la capital vasca, la venta de la lotería por Navidad repunta este año tras dos temporadas «malas».
Así lo confirman la mayoría de administraciones consultadas por EL CORREO. Coinciden en que habrá una mayor venta –aunque sea «ligera»–, especialmente con el «arreón» del puente de diciembre. En esta temporada, el Organismo de Loterías y Apuestas del Estado (ONLAE) ha suministrado a las administraciones de el territorio alavés 94.427 billetes, una consignación total de 18.885.400 euros, lo que supone un incremento del 8,43% con respecto a los 86.474 boletos vendidos por 17,29 millones hace un año. El año pasado, los alaveses fueron los que menos gastaron. La media fue de 51,79 euros frente a los 83,49 de Bizkaia y los 59,40 de Gipuzkoa.
En la administración de la calle Prado, Gustavo Tobalina no para de repetir la palabra «suerte» tras la ventanilla. «Da la sensación de que algo se ha recuperado, hay más gente en la calle y recibimos más visitantes y turistas. También veníamos de un 2020 catastrófico y el año pasado ya hubo una leve mejoría», resume Tobalina. Juan Carlos de Quintana, desde la oficina de calle Postas, calcula que ese incremento se situará en torno al 5 o 10 por ciento, a falta de dos semanas para que se celebre el sorteo de Navidad el próximo 22 de diciembre.
El mejor reflejo de que se juega más es la cola que se forma en algunos establecimientos. «Estamos a tope y notamos por los clientes de hostelería que va muy bien», comenta Ainhoa Fernández de Apellániz, desde la administración número 17 en Olaguíbel. Aunque esa sensación no se comparte de forma unánime. «Ha costado mucho arrancar. Se vende, pero menos cantidad. Si antes se llevaban cinco décimos, ahora uno o dos», comenta Maite Retuerto, en el local de venta de la calle Badaia. Por su parte, David Ruiz de Azúa, propietario de la administración número 13, cree que la campaña valdrá para «salir del pozo», ya que hay una tendencia a que la primitiva o la bonolotos pierda fieles.
Aunque todos los números tienen una opción entre 100.000 de ser los ganadores, siempre hay boletos que se agotan en pocas semanas. «Siempre hay un pitoniso o pitonisa que dice lo que va a tocar en la tele y arrasa», comenta Azúa. Una de las demandas más repetidas ha sido la del número '20.182', ya agotado. Fue un 'tiktoker' llamado Luis el Oráculo quien dijo haber tenido una revelación y ese iba a ser el 'Gordo'. Los impares se venden más y la terminación '22' arrasa al coincidir con este año.
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