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Todo empezó en el taller de Eduardo Goitia, en 1961, cuando un grupo de jóvenes compartían su pasión por las bicis y fundaron el embrión de lo que hoy es la Sociedad Ciclista Llodiana, que atesora la organización de 682 pruebas a sus espaldas, ... entre las que destacan el Gran Premio Llodio, que se disputó entre 1963 y 2011 y llegó a tener carácter internacional y el Ciclo Cross, que arrancó en 2009 y desde 2016 también concita el interés de corredores internacionales.
El éxito del proyecto se reconoció ayer en un acto que organizó la Cosecha 48, que desde hace varios años, homenajea con un humilde diploma y un encuentro llego de cariño a las personas y grupos que han forjado lo que hoy es Llodio. En una sala abarrotada de gente y con la emoción a flor de piel, se dieron cita algunos históricos de ciclismo llodiano, como Pedro Mari Lili, encargado de glosar la historia del grupo junto al los ex presidentes Luis Maria López, José Angel Arza y el actual, Herme Eguia.
Hubo un recuerdo emocionado para Pablo Bilbao, ya fallecido y fotos de grandes del ciclismo que han pasado por Llodio como Miguel Indurain, Pedro Delgado, Marco Pantani, Luis Ocaña, los llodianos César Solaún y Jon Unzaga y hasta de Alberto Contador, que pese a ganar el Gran Premio Llodio, en una de sus participaciones, tuvo que retirarse en ambulancia porque una piña le golpeó la cabeza cuando descendía Altube.
«El éxito de la Ciclista ha sido siempre forjar equipos humanos que han hecho esto posible», explicó López, recordando a los todos voluntarios que con su esfuerzo, han hecho posible una de las trayectorias deportivas más brillantes de la historia local.
El club sigue trabajando. Su labor para crear una cantera que nutra de ciclistas, algunos de ellos profesionales, se mantiene viva a través de la Airarako Bira para cadetes que el club ideó en 1990 y que se sigue celebrando. Las dificultades han salpicado esa trayectoria, como cuando se les impuso una multa de 455.00 euros «por salir del circuito urbano sin autorización», que finalmente quedo en nada, o cuando, en 1969, los ciclistas del Gran Premio Llodio se 'plantaron' porque «llevaban varias carreras haciendo unas medidas ridículas y en Llodio se les impuso al menos 36 kilómetros por hora», recordó Lili, que sin embargo, calificó aquella edición como una de las más combativas y dinámicas.
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