El nuevo contrato de limpieza lleva dos meses paralizado y será recurrido por FCC

Tras el revuelo que provocó la última apertura de plicas, que llevó a Urtaran a expulsar a los grupos políticos de la Mesa de Contratación, las empresas aspirantes se encuentran expectantes a la resolución por diversos motivos. Por un lado, Ferrovial, para comenzar cuanto antes a prestar servicio; y por otro FCC, para obtener respuestas del Ayuntamiento a la solicitud de análisis que presentó e interponer el recurso ante el Órgano Administrativo de Recursos Contractuales (OARC).

El grupo de Esther Koplowitz insiste en que es la única compañía que cumple el pliego de condiciones en las cerraduras electrónicas, y que acudirá a los tribunales en caso de que el OARC no respalde su postura. Los cierres, que servirán para incentivar la separación de los residuos orgánicos en la población, son una de las principales novedades que incluye el nuevo servicio. Pero, además, se han convertido en el último foco de la polémica del contrato de limpieza, que supone casi 27 millones de euros al año durante el próximo lustro.

Desde que Urtaran y FCC rompieron la relación que les unía desde hace más de una década (diciembre de 2018), el concurso quedó desierto a finales de 2019 por incumplir cuestiones «básicas», como la incorporación de pedal y manilla en algunos contenedores. Esta anulación, que se basaba en defectos por valor del 0,01% del total, abrió un nuevo litigio, después de que las tres compañías aspirantes (Cespa, Urbaser y FCC, la que mayor puntuación obtuvo), recurrieran sin éxito al OARC. El Ayuntamiento volvió a convocar el concurso por el procedimiento de urgencia, con el objetivo de adjudicar el contrato para finales de 2020 y el servicio arrancara a principios de 2021, algo que, al menos en enero, es materialmente imposible por los trámites que están pendientes.

Los dos meses transcurridos desde la última apertura de plicas, a la que seguirán la selección de la oferta más ventajosa y la propuesta de adjudicación, suponen un periodo más extenso de lo habitual en los procesos de contratación. Al menos, en comparación con los últimos cuatro servicios asignados por el Ayuntamiento, cuyos plazos han oscilado entre una semana y poco más de un mes. No obstante, se trata del acuerdo más voluminoso de la Administración local con diferencia, de modo que es probable que los servicios técnicos actúen con especial celo, y más al conocer el interés de una de las empresas en presentar un recurso.

«Los expertos están analizando las propuestas económicas, y creemos que este mes se desbloqueará», aseguró de forma reciente el concejal de Hacienda, Iñaki Gurtubai (PNV), en Radio Vitoria. El edil afirmó que entiende la reclamación que pueda interponer «cualquier empresa que no se vea beneficiada, porque el contrato de limpieza da prestigio».