Laura Pardo posa sonriente con el trofeo frente al Polideportivo Mendizorrotza. blanca castillo
Alavesa del mes

«Todo lo que he experimentado estos años ha sido un regalo»

laura pardo ·

La capitana del Araski, Laura Pardo, puso fin a su etapa como jugadora de baloncesto tras 20 años, seis de ellos en la máxima élite nacional

endika santamaría

Sábado, 2 de julio 2022, 01:06

Laura Pardo (Vitoria, 1989) hizo pública en mayo una decisión tan esperada como dolorosa. Tras 20 años dedicada al baloncesto, colgaba las botas. La pívot vitoriana ha brillado en el Araski, donde ha compartido algunos sinsabores pero también momentos de gloria e imágenes irrepetibles que ... quedan en su memoria. En homenaje a esa trayectoria de ejemplo y entrega, EL CORREO le homenajea como Alavesa del Mes de mayo. Aunque para una figura como la suya, todo reconocimiento es poco.

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- Han pasado dos meses desde su último partido, ¿Cómo recuerda ese día?

- Aunque parezca que es mucho tiempo, aún no me he hecho a la idea. Fue muy emotivo jugar el último partido en Mendizorroza, recuerdo el día con mucha emoción. La despedida es un momento que me guardaré siempre para mí.

- ¿Fue un año complicado en lo físico?

- Esta última temporada sufrí varias lesiones que me hicieron perderme algunos partidos, aún me sigo recuperando de algunos dolores.

- Aún y todo, ha disputado 159 partidos en la máxima categoría, una cifra envidiable.

- Si me hubieran dicho esto hace 15 años, diría que es imposible. En el momento que estás jugando, no te das cuenta de todo esto. Han sido muchos partidos en el club, he crecido junto al Araski y he tenido la oportunidad de vivir muchos momentos, ha sido un regalo.

- Y todo ello, como capitana y emblema del club.

- He intentado ayudar en todo momento, dentro y fuera de la cancha. Tratando que cada jugadora que ha llegado al club se adaptara lo más rápido a la filosofía del Araski, a hacerle la acogida más fácil. No hay una norma escrita sobre qué debe hacer una capitana, pero creo que de esta forma, el rendimiento deportivo es mucho mejor. Es importante ser el nexo de unión entre el grupo y el cuerpo técnico.

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- ¿Cuándo se dio cuenta de que tenía que parar?

- No ha habido un día en concreto. Como ya dije en su momento, hace unos meses hice una apuesta por otro tipo de profesión. Puede que en septiembre esté en otra situación, pero ser jugadora profesional de baloncesto y tener un trabajo aparte no es compatible. Llevo compaginando esto desde hace tres o cuatro años y es una locura.

- ¿Le ha cambiado mucho la rutina en esta última etapa?

- Es una situación complicada. Para hacer ambas cosas, he tenido que trabajar por la mañana ocho horas, comer en el coche, entrenar por la tarde y dormir seis o siete horas. Si a eso le sumas las de autobús cada vez que hemos jugado fuera de casa... Al final, hay que hacer algunos sacrificios, renuncias a una parte de tu tiempo. Si fuera durante un corto tiempo podría hacerse algo más llevadero, pero alargarlo tanto es muy difícil. Acabas totalmente agotada.

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«El ascenso fue una locura»

- ¿Con qué momento se queda de su carrera? ¿Recuerda alguno con mucho cariño?

- (Piensa) Me es imposible quedarme con un momento en concreto, pero diría dos. Por un lado, la fase de ascenso en Cáceres, no entraba en nuestra mente esa opción de subir de categoría. Cuando sucedió, fueron días de máxima locura. Y por otro lado me quedaría con la participación en la Copa de la Reina, justo antes del confinamiento, cuando nos clasificamos para la semifinal. Una fase antes, anoté un triple que fue importante en el resultado. Recuerdo muy bien ese momento, con la grada animando sin parar y celebrándolo.

- ¿Alguna espinita clavada?

- Hace ocho años me dices que estoy aquí y no me lo creería. Las expectativas eran bajas, o sea que todo lo que ha ido viniendo ha sido fabuloso.

- ¿No hay opción de que en un futuro vuelva a jugar?

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- La realidad es que el próximo año no estaré. Sí es verdad que el futuro, muchas veces, suele ser incierto. A lo mejor un día estoy en casa, me veo bien y quizá me anime a entrenar. Hasta ahora no está siendo así. Son años pegada a una pelota. Lo que tengo claro es que estaré vinculada a este deporte, no sé cuándo, ni cómo, pero estoy segura.

- ¿Se ve como entrenadora?

- No pienso en ello, no es algo que entre en mis planes en estos momentos. Me saqué el segundo grado, soy un poco inquieta y me gusta estar haciendo cosas. Aprendí muchísimo, pero no lo realicé porque lo vea como una salida a corto o a largo plazo. Voy día a día.

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- En la primera edición de la Fiesta del Deporte Femenino, fue una de las representantes principales. ¿Qué opina acerca de esta iniciativa?

- Fue una jornada muy buena, es un paso hacia adelante. Eso sí, tendría que llegar el día en el que este tipo de acontecimientos no fueran noticia. Desgraciadamente, hacen falta tener referentes en el deporte femenino y, no sólo eso, sino también practicar ese deporte.

- Usted es un reflejo para las jóvenes que juegan aquí a baloncesto, ¿Qué les diría?

- Sobre todo que trabajen, mucho, pero siempre disfrutando en cada entrenamiento y en cada partido. Si no llegará un momento en el que esa progresión se pueda cortar. También es importante que sean ambiciosas, pero la base de todo es que se diviertan durante el camino.

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