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El presupuesto de la entrada del TAV a Vitoria aún puede dar varias vueltas. A pesar de que el Ministerio de Fomento cifró el coste del proyecto en 872,2 millones de euros, el Gobierno vasco cree que es posible recortarlo hasta los 700 ... , más próximo al que se acordó en enero de este mismo año. Fuentes institucionales señalaron a este periódico que algunas actuaciones previstas por Madrid se encuentran «sobredimensionadas». De hecho, el propio viceconsejero de Transportes, Antonio Aiz, aseguró que el encarecimiento del soterramiento se debía sobre todo a un «error de cálculo» en diversas partidas que figuran en el estudio informativo confeccionado por Fomento.
Aunque las alegaciones no permitan discutir el presupuesto de forma directa al estar reservadas a mejoras del proyecto, Lakua confía en que el gasto previsto pueda ajustarse a la hora de concretar el plan de construcción. Será entonces cuando trate de pulir algunos aspectos, sobre todo relacionados con la futura estación de Dato.
No obstante, el Gobierno vasco es consciente de que sus cuentas diferirán de forma notable con las del ministerio, por lo que es probable que el punto de entendimiento se encuentre en un lugar común entre los 700 y los 872,2 millones que defiende cada institución. Es más, la consejera Arantxa Tapia avanzó que Lakua afrontaría «el sobrecoste del soterramiento si responde a las necesidades exigidas», una declaración que muestra cierta disposición de alcanzar un acuerdo con el Gobierno central.
Euskal Trenbide Sarea (ETS), el gestor vasco de la red ferroviaria, presentó siete alegaciones al estudio informativo. Las cuestiones más significativas se centraban sobre todo en las notables modificaciones que advirtió en la futura terminal de Dato y en la búsqueda de nuevas alternativas para minimizar el impacto ambiental de Salburua y Zabalgana, los barrios más afectados por ruidos y vibraciones al quedarse expuestas en superficie.
En la misma línea -tanto en relación a la estación como a los barrios- se pronunció también el Ayuntamiento de Vitoria, que entregó 19 alegaciones. El Consistorio, en este sentido, observa tres deficiencias en el estudio informativo en relación a la futura terminal del centro. Por un lado, considera necesario cambiar el acceso del aparcamiento y reubicar la claraboya que tapará la estación subterránea; y, por otro, solicita modificaciones en las conexiones de los anillos del vial soterrado.
Asimismo, aporta algunas posibles soluciones para disminuir el impacto ambiental y acústico en los nuevos barrios, como limitaciones de velocidad, amortiguadores y pantallas, entre otras. El estudio informativo, por su lado, incluía como solución la colocación de pantallas acústicas de gran altura, algo que numerosos vecinos han rechazado de plano. Además, la Corporación solicita se refuercen las medidas de protección de espacios naturales y se evite la invasión de la avenida Capital de Euskadi, un punto que también coincide con el Gobierno vasco. En este aspecto, sin embargo, el Ayuntamiento insta a Fomento a realizar un estudio «más detallado y con la metodología más adecuada» sobre el impacto en el paisaje, sobre todo en la zona más cercana al nudo de Arkaute.
Por otra parte, Ramiro González anunció ayer que la Diputación presentó un escrito conjunto de alegaciones por parte de tres departamentos. Las principales preocupaciones del Gobierno foral se encuentran en la afección ambiental y paisajística de la obra. De hecho, aunque el diputado general recalcó que la llegada del TAV al territorio es una cuestión «estratégica», matizó que el proyecto debe respetar siempre «un punto de vista social y medioambientalmente sostenible». González, además, desveló que la Diputación presentó alegaciones para «tratar de disminuir el impacto en la movilidad y la pérdida de suelo agrícola» por medio de soluciones que no afectarían en exceso al plan presentado en el estudio informativo.
Las instituciones vascas que poseen competencias en el proyecto (Ayuntamiento, Diputación y Gobierno vasco) presentaron por tanto una treintena de correcciones, a la espera de las reclamaciones populares, cuyo plazo expira el próximo lunes. En este sentido, el portavoz de Elkarrekin Vitoria, Óscar Fernández, anunció ayer que enviarán nueve alegaciones, con especial énfasis en la brecha entre el centro de la ciudad y los barrios de Salburua y Zabalgana. «El proyecto dibuja dos ciudades, una de primera y otra de segunda», denuncia. Del mismo modo, alerta de la incapacidad de la nueva infraestructura para dar cobertura al «aumento de tráfico de mercancías» que registrará el territorio «en las próximas décadas».
El viceconsejero de Transportes del Gobierno vasco, Antonio Aiz, desveló ayer que la nueva solución para la rotonda de América Latina pasa por la construcción de una doble rotonda, una de ellas soterrada. Uno de los puntos negros de la capital alavesa en cuanto al tráfico se vería así descargada, ya que el transporte privado se redirigiría bajo tierra, mientras que la glorieta de la superficie quedaría reservada para el transporte público, como el Bus Eléctrico Inteligente (BEI) y el tranvía.
Impacto El Ayuntamiento envió 19 alegaciones sobre el acceso del tren y sus efectos en los barrios
«Un punto de vista sostenible» La Diputación tratará de minimizar la afección ambiental y disminuir la pérdida de suelo agrícola
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