Lakua aumenta la protección de una parte de los Montes de Vitoria

Rosa Cancho

Viernes, 21 de marzo 2025, 00:20

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El Gobierno vasco completa el guion acordado en febrero de 2022 junto con Diputación y Ayuntamiento de Vitoria y eleva la figura de protección de los Montes de Vitoria pero no con la extensión que pedían colectivos ecologistas y partidos de la oposición y que se recogía en el fallido proyecto de convertir este paraje en parque natural. Según publica esta semana en el Boletín Oficial del País Vasco, la zona de especial conservación (ZEC) de estos montes se duplica y pasa de 2.227 hectáreas protegidas a 5.150, lejos eso sí de las 13.000 de las que se llegó a hablar en su día. Esta zona ya había sido catalogada en septiembre de 2023 como LIC, lugar de interés europeo e incluida por tanto en la Red Natura 2000, paso previo a este nuevo blindaje, una figura de la que es responsable la Diputación.

La nueva zona ZEC abarca terrenos de 17 concejos del municipio de Vitoria. Se trata de Bolibar, Andollu, Subijana de Álava, Zumeltzu, Ariñez, Gometxa, Eskibel, Armentia, Berrostegieta, Lasarte, Gardelegi, Castillo, Mendiola, Monasterioguren, Gamiz, Ullibarri de los Olleros y Aberasturi. En estos hábitats de gran valor natural será por tanto mucho más complicado que se desarrollen proyectos tan polémicos como el fracking, las autopistas de alta tensión o los parques de energías renovables.

Quedan eso sí fuera «terrenos que no tengan valores relevante s del patrimonio natural y que puedan suponer un problema de gestión a futuro». Y son en concreto, el vertedero municipal de Vitoria y la mayoría de los roturos y terrenos de cultivo, según se recoge en el acuerdo del Gobierno vasco para la modificación del decreto que regulaba hasta ahora la inicial ZEC Montes Altos de Vitoria.

Y no llega hasta zonas de alto valor ecológico de otros municipios como Arraia-Maeztu o Bernedo y por tanto a áreas cercanas a Izki que se exponen, según han denunciado en numerosas ocasiones los ecologístas, a ser diana de proyectos de energía eólica, fotovoltaica o torres eléctricas. Un proyecto más ambicioso «habría proporcionado protección adicional para especies emblemáticas como el alimoche, el águila real y el búho real», denunció el pasado año Ekologistak Martxan.

Hay dos motivos para esta ampliación, según se detalla en el boletín vasco. Uno; incrementar la superficie protegida de dos tipos de hábitats de interés comunitarios que son los robledales ibéricos y los brezales oromediterráneos. La segunda razón es la de aumentar el blindaje de hayedos basófilos y robledales vitales para la conservación del amenazado pico mediano (una especie de pájaro carpintero) y de diversas especies de quirópteros (murciélagos) forestales, «lo que al mismo tiempo repercutirá en la mejora de la conservación de otras especies de flora y fauna silvestre de interés comunitario».