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Esta mafia especializada en la producción y distribución de marihuana jamás pisó Álava. Sin embargo, aquí recabó la Guardia Civil una de las principales evidencias legales para atar la condena penal de nueve de sus integrantes. Desde el matrimonio supuestamente al frente de la organización ... hasta el machaca encargado de cuidar las 24 horas una nave industrial en un pueblo de Albacete, con 2.200 plantas que podían dar hasta cuatro cosechas al año.
Todo en esta mafia resultaba superlativo. Contaban con varios pabellones alquilados en el Sur de España, donde por supuesto defraudaban el fluido eléctrico –el método habitual por el que se pilla a estos delincuentes–. Su clientela principal se localizaba en Reino Unido. Al parecer les fue tan bien que ampliaron el negocio a Francia y Holanda. En esas latitudes, el cannabis se vende por el triple que en España. Como mínimo.
Para sortear el control de las autoridades, idearon un sistema de envíos por paquetería convencional a sus contactos en esos países. Curiosamente, esos receptores eran todos de origen chino y han quedado al margen de la investigación coordinada por el Juzgado de Instrucción número 1 de Albacete.
Aunque alternaron las empresas mensajeras para dificultar posibles controles policiales, al menos cuatro envíos pasaron por el aeropuerto de Foronda. En ese punto llegó el principio de su fin.
En diferentes fechas, efectivos del instituto armado detectaron tres paquetes de quince kilogramos de cannabis cada uno y otro con 25 kilos de cogollos. El valor mínimo de estos 70 kilos ascendería a 330.000 euros. Todos tenían como destinatarios a ciudadanos chinos domiciliados en Birmingham, urbe enclavada en el centro de Reino Unido. Se desconoce el número exacto de paquetes facturados por este grupo criminal.
Aunque los remitentes usaron identidades falsas, estos hallazgos en Foronda, en distintos momentos de 2020, impulsaron la investigación judicial y respaldaron las sospechas iniciales de los guardias civiles de un puesto en un pueblo albaceteño de 4.000 habitantes. Ellos alertaron del «movimiento sospechoso» en el pabellón de las 2.200 plantas. En total, el instituto armado decomisó una decena de coches –varios de lujo–, miles de euros, centenares de kilos de marihuana y cogollos, así como modernas infraestructuras para su producción al por mayor.
En febrero de 2023, la Audiencia Provincial de Albacete condenó a nueve miembros por cargos como «delito contra la salud pública que no causa grave daño a la salud en cantidad de notoria importancia», «grupo criminal», «falsedad continuada en documento mercantil y oficial» y «defraudación continuada de fluido eléctrico».
Meses después, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ratificó en líneas generales el primer fallo. Varios miembros de esta banda gastaron su última bala legal con un recurso al Tribunal Supremo. Y hace unos días, esta sala desestimó sus peticiones y declaró firme la sentencia. A los años de prisión, los cabecillas deberán añadir multas millonarias.
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