Los juzgados de Vitoria volverán a recoger nuevas demandas a partir del lunes

«Lo malo es que cuando recobremos la normalidad habrá una avalancha de procedimientos que, unidos a los que ya tenemos presentados, amenazan con provocar una parálisis por saturación de muchos juzgados», consideran varios abogados. Antes del confinamiento, entre las 25 salas de Vitoria recogían una media de 870 nuevos asuntos mensuales. Con la cuarentena, ese flujo ha descendido a los doscientos. Un 75% menos.

A diferencia de otras comunidades autónomas ya informatizadas, en el País Vasco es preciso una entrega presencial, en papel, como requisito para iniciar la mayoría de procedimientos judiciales. De esta manera, a partir del lunes se admitirán nuevas causas.

Será una entrega paulatina a cargo del cuerpo de procuradores –con un máximo de cinco asuntos por profesional– y limitando al máximo los contactos físicos por el peligro de contagio. Se han establecidos distintos turnos de entrega con objeto de evitar aglomeraciones. En Amurrio, la otra sede judicial alavesa, habrá un sistema similar aunque con un arco horario menor.

Una vez entregadas, estas querellas, demandas y requerimientos se distribuirán entre las diferentes instancias judiciales. Surge en esa segunda fase una nueva incógnita. Tanto en Vitoria como en el resto de salas vascas aún no existe la opción del teletrabajo para los funcionarios judiciales. Ellos son los que tramitan los asuntos, que resuelven luego los letrados de la administración de justicia (LAJ) y los magistrados.

La mayoría de estos empleados permanece en sus hogares a la espera de novedades. «Queremos trabajar, pero también en condiciones de seguridad», dice un funcionario. Entre el personal del Palacio hay malestar por la falta de material de protección.

La Comisión Permanente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco y los rectores del Palacio de Justicia alavés ya trabajan la reincorporación paulatina de todo este personal. Su desescalada ha arrancado de manera muy tímida.

En este sentido, el sindicato CSIF ya ha comunicado sus reservas. «En el resto del Estado es posible el teletrabajo para el funcionario. En el País Vasco se implanta una cita previa, aumentando los turnos presenciales del personal y poniendo en riesgo su salud», dice Segundo Álvarez, representante de esta central y presidente de la junta de personal.

Faltaría además un tercer tapón, básico en el engranaje judicial. «Queda lo más importante, que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) permita volver a señalar juicios y se reanuden los plazos procesales. ¿Pero cómo se van a celebrar juicios ordinarios con el actual riesgo de contagio?», se preguntan medios internos del Palacio de Justicia.

Vitoria cuenta con 25 juzgados de los que sólo los cuatro de instrucción (que rotan como juzgado de guardia), Menores y Violencia sobre la Mujer funcionan con normalidad. Lo mismo ocurre con el Registro Civil, sometido a una presión enorme. En marzo constató 384 fallecimientos, un 66% por encima de la media.