Juanjo Monago muestra la cara más oscura de Olaguíbel junto a sus principales obras

En la representación 'Olaguíbel, relato de Navidad' –que tendrá lugar en las rutas de cada jornada, a las 11.00, 12.00 y 13.00 horas–, Monago plantea «una simbiosis entre Don Justo y el Mr. Scrooge de 'Cuento de Navidad' de Dickens, a través de elementos de carácter y físicos que puedan asemejarles». Y es que «tras verse utilizado por unos y por otros, sobre todo por el alcalde de Vitoria, el Marqués de la Alameda, cayó en desgracia», lo que da pie al intérprete a poner en boca de Olaguíbel diversas reflexiones sobre el poder y la fama.

El arquitecto, «que era un ilustrado o algo parecido, a nivel de una ciudad pequeña», introduce en la pieza cómo Félix María de Samaniego «le cuenta la fábula de la rana y el escorpión», en la que el arácnido muere por clavarle el aguijón venenoso al anfibio cuando le cruzaba las aguas. Y es que así es la naturaleza de cada cual.

Para Monago, Julio de Olaguíbel pudo ser un individuo solitario, ya que «vivió con su hermana en la calle Pintorería». Al final, fue enterrado en una fosa común.

Pero no todo es tan negativo, ya que en la obra, que dura unos 25 minutos dentro de la ruta guiada, Monago recupera la esperanza. «A través de la luz ilustrada, hay un giro, con cierta retranca», apunta el actor, que confiesa un especial cariño por este personaje, al que encarnó en su día a raíz de una propuesta del Colegio de Arquitectos.