Decía Winston Churchill que un político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene y de explicar después por qué no ha ocurrido. Hubiera resultado ésta una cita instructiva para nuestro insigne diputado general, ... que ha devenido en el menos general y en el más disputado de cuantos ocuparon antes el cuartel foral alavés.

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Es bien sabido que si algo desacredita a las instituciones es el promulgar leyes que luego no son capaces de hacer cumplir. Aunque, sin duda, resulte aún más grave que el cumplimiento de las normas sólo sea exigible a los más ingenuos del territorio, esto es, a los ciudadanos cumplidores que tienen el mal vicio de acatar leyes y edictos publicados en el boletín oficial.

En resumidas cuentas, esto es lo que ha sucedido con el tan traído y llevado asunto de nuestras txosnas y de su negativa a cumplir las normas fiscales. Que llevan a gala cobrar sólo en metálico para no tributar, seguir operando en negro y no rendir cuentas salvo ante el Altísimo. Como al mar, a los txosneros les gusta la impunidad y por eso borran toda huella en la playa evitando dar recibos y cotizar al fisco como manda la normativa.

Pese a las solemnes y reiteradas advertencias, han continuado pasándose la norma foral y las amenazas del sin par don Ramiro González por la 'entrejambe', como quien oye llover. Y eso que nuestro 'disputado general' saltó a la palestra como caballo en cacharrería; como salen esos banderilleros al centro del ruedo para citar al toro, brazos en alto y morro de barbo, marcando paquete y dando brinquitos como diciéndole al morlaco un 'aquí estoy yo' con un par… de banderillas.

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De esta guisa e 'impasible el alemán', citó González a los tasqueros del recinto festivo de las txosnas, instándoles a cumplir la normativa contable como todo maría santísima, amenazando con chaparles al cuerpo de inspectores fiscales al menor titubeo.

Tal y como podía esperarse, estos militantes y aguerridos hosteleros a tiempo parcial aceptaron enseguida el envite; porque a los pardillos que se sientan frente a un tapete verde enseguida se les nota cuando van de farol. Les asoma un tic indisimulable en la cara, un ligero temblor en un párpado o en la comisura de los labios, en fin, un tremor delator que les deja vendidos ante el resto de curtidos jugadores.

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Con la subida de Celedón, la 'Dipu' anunció, por Belcebú, que ya se han iniciado expedientes informativos a las txosnas, tras las oportunas investigaciones del sufrido cuerpo de inspectores.

Confío en que el anuncio no se trate de un mero paripé para salvar los muebles y acaben marcándose un 'Puigdemont', -nada por aquí, nada por allá- justificando el archivo de las sanciones en cualquier defecto de forma, para sonrojo de propios y ajenos.

'No empieces una disputa que no puedas ganar' reza el breviario que todo político novel debiera haber grabado a fuego en su sesera, antes de ejercer tan complicado oficio como el de hombre público. Vaya líos, señor González.

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