Helena Rodríguez
Viernes, 9 de junio 2023, 17:44
Ya tienen el porte elegante propio de las rapaces. Ajenas a la importancia que su supervivencia tiene para el ecosistema, cinco águilas Bonelli fueron liberadas ayer en el parque natural de Izki. La sexta, aún muy pequeña para afrontar la reintroducción, llegará en los próximos ... días. Su llegada forma parte del proyecto Aquila a-Life, financiado por la Unión Europea, y en el que participa activamente la Diputación Foral de Álava. Pasan sus primeras horas en un paraje para ellas desconocido sin saber, tampoco, que la suya es una especie calificada como «vulnerable» en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, y en peligro de extinción en Euskadi.
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El grupo ha llegado a estas tierras procedente de Andalucía y Madrid. De momento no volarán libres ya que deben pasar por un proceso de aprendizaje y adaptación a su nuevo entorno. No será hasta el próximo mes de agosto cuando sus características acrobacias adornen los cielos del parque natural. Hasta entonces, vivirán en un jaulón en el que han sido soltados con la participación de la directora de Medio Ambiente, Natividad López de Munain.
Desde 2015 se ha reforzado la población de la especie con la reintroducción de 36 ejemplares en tres áreas estratégicas de la Montaña Alavesa y desde 2020 en la Rioja Alavesa. Una labor que ha dado sus frutos como prueba el hecho de que en Campezo se haya establecido una pareja que en 2021 sacó adelante una cría, la primera en cuarenta años nacida y criada en Álava. Bautizada como 'Zélie', es una auténtica viajera.
Además, «hay dos ejemplares asentados en Sierra Cantabria que aún no se han emparejado», confirman desde la Diputación. Con esta nueva suelta se espera que se establezcan en Izki, un lugar que los responsables forales definen como «idóneo para la especie».
La Bonelli es una rapaz considerada prioritaria, cuyo declive en el norte peninsular supera el 75%. En su contra juegan factores como los tendidos eléctricos, considerados como una de sus principales amenazas. El Departamento de Medio Ambiente foral trabaja «activamente» para intentar paliar este problema. «Otra de las actividades que amenazan a la especie son los alambres usados en las viñas en espaldera, que en ausencia de vegetación son susceptibles de provocar colisiones con resultados fatales», detallan las mismas fuentes. Por ello, en colaboración seis bodegas de Rioja Alavesa se están estudiando alternativas en la gestión de estos elementos en una experiencia piloto denominada 'Proyecto Espaldera'. La idea es que las alambres sean bajadas a la altura mínima de la cepa en el momento de la poda.
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Y claro, no podemos olvidar la existencia de desalmados que disparan a estas aves. Dos de los 36 pollos de Bonelli liberados en Álava han sido abatidos en cotos de caza navarros. En 2018 fue abatida 'Izki', liberada en Campezo, y el pasado mes de enero caía acribillado 'Faustino', un macho joven que había sido reintroducido en 2022 en la zona de Rioja Alavesa junto con otros seis congéneres. A día de hoy, además de él, han muerto tres de aquella partida: 'Negu', que se ahogó, 'Benterana', que chocó contra el vallado de una balsa y 'Benedicto', que acabó sus días en un parque eólico. En todo caso, los técnicos forales recuerdan que matar a estas aves «constituye un delito medioambiental«.
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