'Irati' traslada a la Euskal Herria medieval el cine de espadas y brujería histórica

'Irati' sitúa su trama en el medievo del siglo VIII y aprovecha esta ambientación para dar rienda suelta a la fascinación del director por la mitología vasca. La trama gira en torno al joven Eneko​ que, para demostrar su valía como líder del valle que ya gobernaron su padre y su abuelo, se adentra en un mundo extraño y misterioso lleno de antiguas leyendas mitológicas, de la mano de una joven pagana del lugar llamada Irati.

A partir de la novela gráfica 'El ciclo de Irati' J. L. Landa y J. Muñoz, la cinta de Paul Urkijo está protagonizada por el ganador del premio Goya Eneko Sagardoy ('Handia', 'Patria'), Edurne Azkarate ('Gutuberrak'), Iñigo Aranbarri ('Patria', 'Nora'), Nagore Aramburu ('Loreak', 'Patria') o Itziar Ituño ('La casa de papel', 'Goenkale'). El rodaje de la película, en euskera, tuvo lugar en diferentes enclaves de Araba, Gipuzkoa, Bizkaia, Navarra y Huesca, como el Castillo de Loarre o las cuevas de Arrikrutz, la Leze o Pozalagua.

Urkijo reconoció tras el pase de prensa que el proceso de construcción financiero de la película ha sido complejo. «Es una película complicada porque es grande, en euskera y de un género presuntamente minoritario. Así que convencer a la gente fue difícil», explicó. Manu Paino, de Bainet, suscribió: «Ha sido un reto importante, pero confiábamos en el reto de Paul», señaló antes de mostrarse «orgulloso del resultado».

El realizador alavés recalcó que «me alimento de lo que quiero contar, que nace del corazón e incluso de las triplas. Partía del cómic, que es de los años noventa, porque vi unos personajes que podían beber de la mitología vasca y a partir de ahí construí una historia completamente diferente». Con el influjo más o menos inconsciente de las películas de brujería y espada de los años ochenta y noventa, Urkijo intentó hacer una película lo más personal posible en el que la sombra de otras cintas estuviera difuminada porque «intento que el vómito sea lo más natural posible».

No ocultó su interés por una mitología vasca en la que cada personaje está vinculado a la naturaleza, de modo de Mari es la Madre Tierra, el Basajaun, el bosque y las lamias, los ríos. Toda la película se levanta «sobre varias dualidades: lo olímpico y lo dionisiaco, masculino-femenino, individualismo y sociedad o cristianismo-paganismo, el primero tratado con colores más azules y el segundo con todos más rojizos, quizás vinculados a la sangre», dijo el realizador. En este sentido, el personaje de Eneko –interpretado por Eneko Sagardoy–, es «cristiano y recto, en contra del de Irati –Edurne Azkarate–, pagana y que representa a la naturaleza».

Mejor, en Sitges

Urkijo mencionó el sincretismo como una forma de supervivencia de los personajes de la mitología vasca, como es el caso de Mari, encarnación de una Madre Tierra. Preguntado sobre la ausencia de 'Irati' en el Zinemaldia, Urkijo indicó que «por el perfil de la película, pensamos que era mejor que concursara en la Sección Oficial de Sitges y la realidad ha demostrado que acertamos».

Edurne Azkarate señaló que su personaje, a caballo entre la realidad y la magia, lo perfiló desde su vertiente humana, con sus «conflictos, heridas y traumas. Pensé que cualquier cosa que fuera juzgarla sería alejarme de una verdad que necesita un personaje» que encarna «la soledad, la disidencia y la supervivencia». En cuanto a Sagardoy, aseguró que «se trata del personaje que más esfuerzo físico me ha exigido al interpretarlo». 'Irati' llegará a las salas comerciales en febrero.