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La selva de Irati es uno de los mayores hayedos de Europa con cerca de veinte mil hectáreas. Su inmensidad, los silencios de su recorrido y la fuerza con la que sopla el viento envuelven este lugar en su propia leyenda pirenaica. Conocida también como ... el reino de Basajaun, no cuesta imaginarse a muchas y variadas criaturas entre ese enorme verdor. Cualquiera que pasee por allí y haga una ruta de senderismo puede sentir la tentación de repetir historias (Tartalo, Mari, Basajaun...) que ya se han contado. Otra cosa es tener la capacidad de plasmar todas esas sensaciones, cuentos y fábulas de la manera que lo ha hecho el vitoriano Paul Urkijo en su segundo largometraje, 'Irati', que se prestrenó este martes en los cines Gorbeia en un pase exclusivo en su ciudad.
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Natxo Artundo
«Si esperáis una película fantástica al uso no lo es. Si esperáis una película de espadas y trepidante tampoco. Es una película de amor», dijo en la presentación ante el 'oooooh' del público cómplice en el día de San Valentín. «De amor a las espadas, a los monstruos y a la mitología», remarcó antes de que se apagaran las luces de la sala 3 con capacidad para 400 personas. En esas mismas butacas ya se disfrutó con anterioridad de otros estrenos del cine vasco como 'Baby' y 'Handia'.
Lo cierto es que bastan unos minutos de metraje para darse cuenta de la «auténtica gesta» que ha supuesto culminar una producción llamada a ser una de las grandes cintas del año y que ha triunfado entre el público con ovaciones enormes en todos los certámenes de corte fantástico, empezando por Sitges. Ambientada en el siglo VIII, la selva de Irati es el decorado de una cinta que recurre también a la batalla de Roncesvalles como nudo. Y es que el hijo del héroe de esa contienda, al que da vida Eneko Sagardoy, es el gran protagonista de una cinta plagada de referencias a la mitología. En las lecturas del público hay variedad. Hay quienes identifican el filme como una gran defensa de la diversidad cultural. Mientras que otros entienden que tiene mucho que ver con el cuidado de la naturaleza. «Se está hablando mucho del tema del euskera-medieval que hemos propuesto porque le da una textura diferente a la película», indicaba la actriz alavesa Edurne Azkarate (Irati en el filme) acerca de los comentarios que más ha escuchado en otros pases. «Me hace especial ilusión este preestreno porque viene mi amama. Siempre dice que las películas buenas hay que verlas dos veces», añadía la intérprete de Oion. «Me ha gustado mogollón», decía Urko Ros, uno de los suscriptores de EL CORREO que se llevó un pase Vip en el sorteo llevado a cabo por el periódico. Destacó el trabajo de la intérprete alavesa. «Está de diez», evaluó. Y también se deshizo en elogios hacia el cineasta. «Urkijo ha conseguido imprimir un sello muy personal a sus trabajos. Es el cuentacuentos del ahora, de nuestra con cultura, con la mitología, el euskera y el entorno como vehículos», aplaudía tras abandonar la butaca. En la misma línea Jon Otegi, que también se sacó una fotografía con los Sagardoy, Azkarate y Urkijo, salió convencido de que se lo iba a «recomendar a todo el mundo». «Es un regalo a nuestra cultura».
Entre los puntos fuertes de la cinta hay casi unanimidad en que su gran factura tiene que ver con la historia que narra, pero también con departamentos como la fotografía (Gorka Gómez Andreu), el vestuario (Nerea Torrijos); los efectos especiales de Drama FX o la música (Calleja y Mursego). Poco importó ayer un problema técnico que retrasó el inicio de la sesión media hora. En cuanto se solucionó ese fallo, el propio realizador anunció a los asistentes que ya funcionaba. La respuesta del público fue un grito de júbilo. De alguna manera, la épica de la cinta se trasladaba a los pasillos de los cines.
A una semana de la llegada a las salas de cine, 'Irati' sigue poniendo los pulgares hacia arriba de quienes tienen el privilegio de verla. El buen ambiente reinaba ayer en un pase exclusivo para ver una cintas más esperadas del año con un decorado en el que el castillo de Loarre, la sierra de Opakua o las Cuevas de la Leze son reconocibles, eso sí, con muchos retoques. En el preestreno que se celebró ayer en los cines Gorbeia, el fondo era un photocall más al uso. Pero bastaba como punto de encuentro de los principales actores. Eneko Sagardoy y Edurne Azkarate posaron allí junto al director Paul Urkijo; Manu Paino, productor de Bainet; Ana Oregi, concejala de Territorio; Pilar García de Salazar, teniente de diputado general y diputada foral de Desarrollo Económico; y María Goti, directora gerente de EL CORREO en Álava. Por parte del equipo de 'Irati' también se encontraba la diseñadora Nerea Torrijos, ganadora del Goya por 'Akelarre' o Izaskun Urkijo, directora de arte, entre otros. Además de numerosas amistades y otros conocidos del sector como Kepa Sojo, director de 'La pequeña Suiza'; Bingen Mendizabal, músico y autor de la banda sonora de 'Alas de mariposa' o 'El viaje de Carol'. Edorta Lamo, chef de Campezo con una estrella Michelin, tampoco quiso perderse el preestreno de una cinta que cuenta con la participación de ETB y RTVE. Al pase acudieron 200 invitados por este periódico en un sorteo . Dos parejas de suscriptores también se llevaron una camiseta promocional y una instantánea con el equipo.
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