Intenta clavar un cristal en el cuello al dueño de una tienda de móviles de Vitoria

Según ha sabido este periódico en exclusiva, el agresor era cliente del comercio de móviles. Dejó uno a reparar. Pero, al parecer, el precio final del arreglo no le satisfizo. La factura rondaba los 80 euros. Esa mañana de sábado volvió al local con intención de cerrar un trueque. Quiso entregar un teléfono, de procedencia dudosa, a cambio de su terminal. Obtuvo la negativa del comerciante.

No pareció gustarle la respuesta y, en un despiste del dueño, trató de coger su móvil, o un modelo idéntico, colgado en un expositor. Fue pillado y comenzó ahí un forcejeo. Ambos acabaron sobre el mostrador de cristal, que cedió. El chico cogió un trozó de cristal e intentó clavárselo en el cuello y en la cara. La grabación de las cámaras de seguridad muestra al menos cinco intentos fallidos. Sí logró alcanzar en una mano al minorista, que en ningún momento se amilanó. Más corpulento que el asaltante, hasta consiguió retenerle unos minutos.

El jaleo intramuros llamó la atención de viarios viandantes. «Gritaba casi sin aliento; 'llamen a la Policía, llamen a la Policía'», remarca otra vecina. Varios ciudadanos sujetaron la puerta de acceso en un intento de evitar que se escapara. Sin embargo, el ladrón consiguió escabullirse. Primero, del minorista. Después, de los ciudadanos con alma solidaria.

Huyó a la carrera hasta un supermercado cercano. Allí se quitó la chaqueta. No contó con que un ciudadano le siguió y radiografió sus movimientos al 092 de la Policía Local, que ya había llegado al lugar. Le prendieron cerca de la superficie comercial, no sin dificultad ya que se resistió con todas sus fuerzas.

En el local de móviles fue necesaria la intervención de una ambulancia, puesto que la víctima, de origen pakistaní, presentaba heridas en una mano que necesitaron de atención médica. En la mañana de hoy lunes, la tienda aún permanecía cerrada.

Tras pasar la noche en un calabozo de la comisaría de Aguirrelanda, el joven fue puesto a disposición judicial. La crudeza de la grabación del local y el riesgo de fuga, el asaltante es de origen extranjero, resultaron fundamentales en la decisión de la jueza de guardia. Tras ver las imágenes, la titular del Juzgado de Instrucción número 2 determinó su ingreso preventivo en la prisión de Zaballa.