La inquietud vecinal por el soterramiento dispara las alegaciones ciudadanas al proyecto

La construcción de un túnel de 18 metros bajo el emblemático paseo de la Senda y sus afecciones al tráfico, el ruido, las vibraciones, la eliminación de algunas zonas verdes, el elevado presupuesto que ha alcanzado la obra (superior a los 872 millones de euros) y la sensación de brecha de los barrios Salburua y Zabalgana -donde el tren se mantendrá en superficie- son los puntos críticos que abordan las asociaciones vecinales, que entregarán sus documentos entre el jueves y el viernes de esta semana. Aunque gran parte de las alegaciones pertenecen a Zabalgana, Salburua y los pueblos cercanos a Vitoria, la zona cercana al parque de El Prado y al paseo de la Senda han coordinado varias acciones para los próximos días. De hecho, un grupo de vecinos ha organizado una reunión informativa para esta misma tarde (19.00 horas) en el Hotel Ciudad de Vitoria con el fin de explicar las afecciones que puede provocar el soterramiento en esta parcela concreta de la ciudad. En este sentido, realizan especial hincapié en los «problemas de tráfico y contaminación» que puede generar el nuevo túnel, cercano a las casas de Carmelo Bernaola, el Paseo Fray Francisco y Teodoro Dublang. Asimismo, advierten de que en algunos puntos se sustituirán zonas verdes por carreteras y critican el «faraónico» presupuesto del soterramiento.

Pese a las lógicas dificultades de coordinar y movilizar a los ciudadanos en los meses de julio y agosto, en los que ha permanecido abierto el periodo de alegaciones, las asociaciones se muestran satisfechas de las reclamaciones que han recogido en los últimas días y confían en que aumenten antes de que finalice el plazo en seis días. De hecho, ayer mismo se multiplicaron las peticiones en Zabalgana, donde repartieron centenares de plantillas a sus vecinos. En el centro, mientras tanto, muestran especial preocupación por el elevado coste del plan. Además, advierten de que pueden formarse problemas de logística y un fondo de saco en la calle San Antonio.

Aunque el plazo de entrega de las alegaciones populares finalizará el próximo lunes, las instituciones públicas presentaron ayer sus particulares escritos para presentarlos ante el Ministerio de Fomento. En total, serán cerca de 30 páginas en las que las diferentes fuerzas del Consistorio solicitan información más detallada acerca del elevado sobrecoste que recoge el último estudio informativo, publicado a principios de julio. En este sentido, las formaciones políticas anticiparon su intención de presentar alegaciones, mientras que el alcalde de la capital alavesa, Gorka Urtaran, se mostraba hace algunas semanas confiado en que las reclamaciones «reconduzcan» el aumento del coste del proyecto, que se disparó en 150 millones de euros con respecto al presupuesto que se calculaba al principio.

El Gobierno vasco, por su parte, ha tramitado siete correcciones al proyecto, todas ellas de carácter técnico y una, al menos, relacionada con el diseño de la futura estación soterrada de la calle Dato. La Diputación alavesa también ha enviado a Fomento las suyas, para tratar de minimizar la afección a la agricultura en algunos puntos del trayecto.