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Álava cuenta ya con un 12,1% de población inmigrante, un colectivo joven procedente en su mayoría de Latinoamérica y del Magreb, en ese orden, según se desprende del 'Estudio diagnóstico del fenómeno migratorio en Álava' firmado por Ikuspegi y presentado ayer por la Diputación. La mayoría de extranjeros llegados al territorio -también de origen subsahariano, portugués, rumano y pakistaní- «han venido para quedarse» y se muestran «satisfechos» con su proyecto de vida, resumió la investigadora del Observatorio Vasco de Inmigración y una de las autoras del informe, Maite Fouassier.
Sin embargo, entre las principales dificultades de los foráneos que se instalan en la provincia está el acceso a la vivienda, a la que optan en su mayoría (en concreto el 64%) a través del alquiler. El problema de encontrar casa «se complica más en las cuadrillas que en la capital». Por cuadrillas, Vitoria cuenta con el porcentaje más alto de habitantes de origen extranjero (13,2 %), seguida de Rioja Alavesa (11,5 %), mientras que el menor lo tiene Ayala (6,9%) y la Montaña y Zuia, ambas con un 7%.
La población inmigrante, sostiene el estudio, es «muy sensible» a la coyuntura económica, y en ese sentido, la demanda de los servicios sociales ha aumentado desde 2012 «principalmente a causa de la crisis y sus consecuencias», lo que se ha traducido en «una mayor percepción de la RGI de lo que le correspondería por azar». Respecto al mercado laboral, pese a que la recuperación económica de los últimos cursos ha hecho bajar el desempleo en este colectivo, «ha aumentado el índice de rotación, en empleos poco cualificados y precarios».
Sobre la educación, el informe de Ikuspegi concluye que el modelo D es en el que se matricula un mayor número de alumnado extranjero, que cursa los estudios de forma mayoritaria en la red pública. En el sistema educativo no universitario «se perciben diferencias territoriales, con un mayor peso de este colectivo en Montaña Alavesa, Rioja Alavesa, Llanada Alavesa y Vitoria».
Por su parte, los comportamientos de la población autóctona son «positivos» y la convivencia es «buena», pero está «salpicada por estereotipos que señalan injustamente a todo el colectivo de extranjeros», advirtió Fouassier. «Es importante combatir esos estereotipos», remarcó la directora foral de Igualdad y Derechos Humanos, Nerea Melgosa. «Álava siempre ha sido un territorio de acogida con valores éticos elevados y hay que seguir trabajando en esto».
El estudio, indicó la responsable foral, será el «punto de partida» para el futuro plan de actuación en materia de interculturalidad e inmigración que elaborará la Diputación a fin de «afrontar los retos futuros con garantías de éxito social».
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