Guante abandonado junto a la fachada principal del palacete donde ocurrió el ataque.Jesús Andrade
Tentativa de homicidio
Ingresa en prisión por clavar un azadón en la cabeza a un conocido en un palacio de Zigoitia
En Álava ·
La víctima se presentó con una «brecha profunda» en el hospital Txagorritxu, en Vitoria, tras el ataque del acusado, de 55 años, y que le agredió en medio de una fuerte bronca
Un hombre de 55 años, dueño de un palacete ubicado en Manurga, en el municipio de Zigoitia, ingresó ayer sábado en la prisión alavesa de ... Zaballa. Lo hizo en calidad de investigado por un «homicidio en grado de tentativa». Está acusado de golpear con un azadón en la cabeza a un varón al que supuestamente había acogido en su caserón, uno de los más lustrosos de la comarca de Gorbeialdea, en el extremo norte de Álava.
Según ha sabido este periódico de fuentes policiales, la noche del miércoles al jueves, una llamada al 112 alertó sobre una violenta trifulca en el interior del histórico inmueble, situado a unos 18 kilómetros al norte de Vitoria. Cuando la primera patrulla de la Ertzaintza llamó a la puerta, les abrió un hombre al parecer «manchado de sangre», calmado pero aparentemente influenciado por «alguna droga». Se identificó como el propietario de la casona.
Los agentes inspeccionaron la estancia. Descubrieron más sangre en una habitación y a, al menos, a tres perros también con restos la misma sustancia. En un principio se sospechó que podría tratarse de alguna clase de ritual. No había víctima alguna.
La localidad de Manurga, en Álava, lugar donde ocurrió la «tentativa de homicidio».
J. Andrade
El caso es que un par de horas después, desde el servicio de Urgencias del hospital HUA Txagorritxu alertaron de la presencia de un varón de 42 años con «una herida profunda en la parte alta de la cabeza». El afectado contó a los sanitarios que le agredió un conocido en Manurga y que éste había empleado «un azadón».
Con el sospechoso localizado, la Ertzaintza se centró en la víctima, quien tuvo que ser ingresada. Con el paso de las horas, el atacado mejoró y la investigación policial avanzó. Todo indica que este hombre fue invitado por el ahora preso preventivo a acompañarle a la casa-palacio. Al principio todo marchó bien. «Había más gente aparte de estas dos personas», desvelan fuentes cercanas a la investigación.
Por circunstancias aún por esclarecer, el buen ambiente pronto se quebró. El dueño le echó de la casa y la víctima supuestamente volvió con «un palo metálico de casi dos metros de longitud». A lo que el ahora reo preventivo contraatacó al coger un azadón.
Tras ser hospitalizado
La víctima, de 42 años, ya se encuentra fuera de peligro
Se cree que lo levantó y le golpeó en la parte alta de la cabeza. A partir de ahí se produjo la llamada de socorro al 112 a cargo de una tercera persona. El herido desapareció y recorrió los dieciocho kilómetros hasta el hospital en Vitoria, se supone que ayudado por ese comunicante o por otra persona. Mientras, su agresor permaneció en la casa.
Con estos nuevos indicios, la Policía autonómica citó el viernes al atacante. Debía presentarse al día siguiente en el Palacio de Justicia. Ayer acudió puntual a su cita con el juzgado de guardia, Instrucción número 2 de Vitoria. También compareció la víctima, cuya vida no corre peligro, más «un testigo» del altercado.
Registro judicial del caserón
Tras la toma de declaraciones, la titular de la sala ordenó a primera hora de la tarde el ingreso preventivo en el centro penitenciario alavés de Zaballa del sospechoso de la agresión con el apero de labranza. Se le investiga por «un delito de homicidio en grado de tentativa». Permanecerá encerrado, como mínimo, las próximas semanas.
Tanto el azadón como el palo utilizados en la trifulca nocturna obran en poder de la autoridad judicial. Ambos serán examinados en el transcurso de la investigación judicial.
En la tarde de ayer, sábado, una comitiva formada por personal del Juzgado de Instrucción número 2 y agentes especializados de la Ertzaintza acudieron a la casa palacio de Manurga. Desarrollaron una completa inspección ocular del inmueble, que data del siglo XVIII.
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