Un informe urge a invertir 1,2 millones en la iglesia del 3 de Marzo para frenar su peligroso «deterioro»

El 90% de la fachada y el tejado del edificio está compuesto por pizarra y el 10% restante son ventanas traslucidas. «El estado que presenta el cerramiento es bastante precario debido a una falta de mantenimiento, disponiendo de infinidad de roturas, desplazamientos... que en algunos casos han supuesto el deterioro de la capa de apoyo», se lee en el documento al que ha tenido acceso EL CORREO. Esto se detecta con una simple visita perimetral, pero los expertos también avisan que esto está derivando en «el deterioro y putrefacción de los tableros aglomerados de madera», avisa. De hecho, se empiezan a observar filtraciones de agua. Por eso, se propone la «reparación completa» de todo el cerramiento incluyendo remates y huecos.

La parroquia diseñada por Luis Peña Ganchegui cuenta con unos canalones y bajantes de hierro sobre los que se apoyan los faldones de la cubierta hasta la cimentación del edificio. «Estos perfiles circulares de hierro sufren importantes desgastes y erosiones de su propio material por una falta de mantenimiento acuciante», indica. No sólo eso. «En las zonas de su apoyo en la cimentación debe prestarse especial atención a estas erosiones del material, puesto que una pérdida importante de la sección estructural provocaría su riesgo de colapso», subraya.

Una de las cuestiones sobre las que el colectivo de víctimas ha avisado desde que este periódico publicó en 2021 el proyecto de construir un Memorial es que existe armadura metálica del hormigón armado que permanece a la intemperie que se está oxidando y eso está derivando en una «rotura paulatina y creciente del hormigón» que está provocando «peligrosos» desprendimientos.

El estudio de 59 páginas también avisa de que el templo carece de condiciones mínimas de accesibilidad, unos aseos que puedan ser utilizados por las personas con problemas de movilidad y sobre todo incumple la normativa en vigor en cuanto a la seguridad contra incendios. «El edificio debería disponer de dos salidas alternativas que, además, garanticen que el recorrido de evacuación sea menor de 50 metros. Además, la parroquia carece de una instalación de protección contra incendios y la estructura metálica de toda la cubierta no cumple con el requisito mínimo establecido para este tipo de edificios de pública concurrencia y su morfología de resistencia al fuego», recalcan.

Pero cualquier obra, según el plan general de ordenación urbana (PGOU) de Vitoria, deberá «mantener las características volumétricas, distribuidas y decorativas básicas del edificio». Ya que se actúa, los arquitectos contratados por Gogora proponen la eliminación de los muros que se levantaron junto a las puertas para recuperar la imagen primitiva de la obra de Peña Ganchegui para disponer de «un espacio expositivo diáfano y mucho más rico en matices gracias al aporte de luz perimetral».