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La artista Inés Medina defiende que el punto es el único elemento «plástico totalmente imprescindible» a la hora de crear una obra. ALEJANDRO ERNESTO

Inés Medina lleva sus pinturas del «instinto» a Montehermoso

La artista bilbaína expone 'Proceso de investigación psicoanalítica plástica sobre desigualdad y violencia de género', una reunión de cuatro series y más de medio centenar de obras

Jueves, 1 de julio 2021, 13:28

«Creo con mi instinto. Creando no me obedezco ni a mí misma». Quizá por ello las etiquetas al trabajo de la pintora bilbaína Inés Medina pueden ser tan amplias como el número de obras que ha desarrollado desde que se licenció en Bellas Artes ... a mediados de los ochenta. Si hay un rasgo común es ese carácter impulsivo que le lleva a mover el pincel junto a la búsqueda de la tridimensionalidad. Y es también eso lo que reluce en la exposición 'Proceso de investigación psicoanalítica plástica sobre desigualdad y violencia de género', que se puede ver en Montehermoso hasta el 5 de septiembre.

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En ella se pueden ver cuatro de las 22 series en las que agrupa su trabajo desde el inicio de su carrera. El sentido viene después, una vez que se detiene ante el cuadro. A la entrada de la amplia sala del antiguo depósito de aguas se encuentra serie 19, llamada 'Muñecas quemadas', la serie de pintura más oscura e inquietante. En ellas trata las herencias emocionales a nivel familiar y la «cuestión de género» a través de la relación entre madre e hija. «Dependiendo de la autoestima, incluso de manera inconsciente, hay un hilo que va llegando a la hija», cuenta acerca de las cargas que sustentan nuevas generaciones. Diferentes cuerpos, cerebros y dibujos que parecen inspirar la idea del más allá forman parte de esta bienvenida a la muestra.

Con dibujos a pequeña escala y cuadros de mediano formato, en esta muestra la artista recurre a otro hilo común como punto de partida de su creación: «la desigualdad de género en todos los aspectos, tanto sociales como humanos». Por ello, en la serie 20 ('La Transmutación de la Mente'), algo más luminosa, pretende reivindicar los «valores femeninos». Formas que retrotraen a la anatomía sexual femenina se repiten junto a geometrías y una amalgama de colores. Con esa 'transmutación' se refiere a la necesidad de un cambio de mentalidad para contrarrestar los valores de la sociedad. «En la actualidad solo existían los valores unilaterales masculinos y muchas veces es la única referencia para las propias mujeres».

Obras de la muestra de Medina en el antiguo depósito de aguas de Montehermoso. ALEJANDRO ERNESTO

El trabajo de Inés Medina se relaciona a menudo con conceptos que tienen que ver con el psicoanálisis, un tratamiento que defiende al haberle servido como «herramienta paralela a la creación». «Me he psicoanalizado durante 15 años», apunta Medina. A través de diferentes planos espaciales en grandes pinturas colorea la pared de la serie 21 ('Estructura de la Creación'), de nuevo con puntos y gran peso de la geometría, así como figuraciones de rostros extraterrestres o de mujeres con un cerebro entre sus manos. La última serie ('Identificación del mal y sus consecuencias destructivas') simboliza los efectos perversos de las personalidades «perversas narcisistas». «Ese fenómeno generalmente se junta con la vulnerabilidad de la mujer y hace que la identidad como mujeres la tenemos pero está totalmente disminuida», cuenta. A partir de pinturas de diferentes planos mentales la autora se preocupa por la desigualdad en esta exposición que reúne una colección de sus últimos trabajos. En su evolución artística partió del expresionismo y con el paso de los años sus dibujos se reconocen por la búsqueda de la tridimensionalidad y un aire trascendental que trata cuestiones espirituales más que estampas concretas.

En sus investigaciones sobre grandes artistas como Giotto, Velázquez, Cézanne, Mondrian y Oteiza llegó a la conclusión de que «el punto era el único elemento plástico totalmente imprescindible para crear una imagen». «A nivel popular el arte es una cuestión estética, pero para mí iba más allá», explica acerca de esa necesidad de pintar. Su exposición, que tuvo que aplazarse debido a la pandemia, se enmarca dentro de una beca para creadores con una larga carrera . «Abrió el camino a muchas de las mujeres que hoy se dedican al mundo del arte», señaló la concejala Estíbaliz Canto en la presentación de esta propuesta del programa 'Trayectorias'.

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