Las indemnizaciones suman 18,8 millones en cinco años

Y la pasada no fue precisamente la peor campaña. Según los datos aportados a este periódico por Agroseguro, el pago total por daños ascendió a 1,49 millones de euros. La sequía y el pedrisco justificaron 600.000 de esa factura. El cultivo que sufrió los mayores perjuicios fue el de cereal; a él se destinaron 1,2 millones. En total, 9.500 hectáreas siniestradas. El año 2021 fue el peor del registro. 5,01 millones se pagaron en concepto de indemnización por daños; 2,8 millones por el pedrisco. El cultivo que más sufrió fue la uva (4,3). Las mismas hectáreas prácticamente que en 2022 (9.489). La explicación está en el valor de cada hectárea;la de viñedo es mucho más valiosa que la de cereal.

De hecho, 2019 y 2020 arrojaron las otras cuantías altas en concepto de reparación de daños;3,09 y 4,45 millones de euros respectivamente. Helada y pedrisco fueron los fenómenos que más golpearon. Y sí, el viñedo fue el más damnificado.

«Las tormentas de pedrisco cada vez son más recurrentes y fuertes y ya no solo se producen en verano –cuando son más dañinas para el viñedo–, así que suelen afectar a más cultivos». La falta de precipitaciones, las altas temperaturas y las olas de calor –como sucedió el pasado año– son especialmente contraproducentes para el cereal. Es el diagnóstico rápido. El resto de indemnizaciones corresponden a daños por otros riesgos cubiertos por el sistema español de seguros agrarios, como la fauna, las tormentas de lluvia y viento, los incendios… y los riesgos ganaderos.