Salida del colegio Presentación de María en Vitoria. Blanca Castillo.

Incertidumbre y hartazgo a la puerta del colegio

Las familias lamentan la incapacidad de las partes para llegar a un acuerdo y ya se preparan para una nueva huelga

Miércoles, 6 de noviembre 2019, 16:46

A pocas horas de que se confirme la huelga en los colegios de educación concertada (para esta tarde hay prevista una reunión entre el mediador del Consejo de Relaciones Laborales, patronal, sindicato y Gobierno vasco) la sensación es de incertidumbre y hartazgo entre las familias ... . El paro, que comenzaría mañana y se prolongaría hasta el 5 de diciembre, afectaría a cerca de 20.000 alumnos en Álava.

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En algunos colegios de Vitoria ni siquiera han esperado a que se celebre la reunión de esta tarde para informar a las familias de que habrá huelga. Es el caso de Presentación de María, uno de los 17 centros pertenecientes a Kristau Eskola en nuestra provincia. «Ya nos han comunicado a través del sistema interno que habrá huelga. Pero por lo que hemos leído en la prensa no tenemos muy claro si todavía existe la posibilidad de que lleguen a un acuerdo 'in extremis», compartía Iker López a las puertas del colegio este mediodía. «Es indignante ver cómo son incapaces de llegar a un acuerdo, o no les interesa…», agregaba este padre.

«El sentimiento generalizado es de enfado porque tampoco vemos que haya una intención real para ponerse de acuerdo y al final los más afectados son nuestros hijos», apuntaban Blanca, Raquel y Nuria, madres con alumnos en la etapa de Educación Primaria. «En la anterior huelga se pasaban las horas viendo vídeos porque no había profesores, esta vez estamos un poco a la expectativa para ver cuantos profes la secundan», apostillaba una de ellas. «Mi hija la otra vez solo hacía Matemáticas porque era la única profesora que tenían», agregaba otra de las madres.

La más que probable huelga de 21 días lectivos era este mediodía el tema estrella en los diferentes corrillos y hasta los alumnos comentaban entre ellos lo que sus tutores les habían comentado: que mañana no acudirían a clase. «Yo tengo una hija en primero de la ESO y solo oír hablar del tema me pongo mala. Casi un mes sin dar clase normal es una auténtica pasada», denunciaba Zuriñe González. «Entiendo que los profesores tengan sus reivindicaciones, pero se debería buscar alguna manera de que esto no afecte a los chavales y es que mira cuantos días se perdieron también el curso pasado», agregaba. «A mí me da la sensación de que no hay voluntad real por solucionar el conflicto, y además los padres organizamos una concentración para quejarnos y fuimos cuatro gatos», lamentaba Lorena Carrero, otra de las madres del centro.

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