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Sin el litio no funcionarían nuestros móviles, ordenadores portátiles, bicicletas o patinetes eléctricos. Pero, si todos esos artilugios están compuestos por el mismo material, ¿por ... qué no vemos un teléfono arder tan a menudo como lo hace un patinete? Ocurre en todas las ciudades en las que se ha aumentado su uso. En Vitoria ha habido cuatro incendios en los últimos cinco meses, la mayoría ocasionados en viviendas y mientras se estaban cargando. No es una casualidad.
«YouTube es un mal maestro», apunta Luis Alberto Sancho, mecánico de Patinetes Vitoria, una de las pocas tiendas de la ciudad dedicadas a la venta y reparación de estos dispositivos. «Las baterías explotan porque se sobrecargan. Pero esto no pasa de manera sistemática ni porque los patinetes no sean seguros. Ocurre porque es peligroso manipular una batería sin tener los conocimientos necesarios. Y se hace. Los móviles no explotan porque no se manejan por gente que no sabe», ilustra.
Para que lo entendamos. Todas las baterías de litio tienen un componente inteligente -BMS o sistema de gestión de baterías- que funciona como 'el cerebro' de la misma. Entre otras cosas, este elemento sirve para que la carga pare cuando llegue al máximo. Si se rompe, cuesta «unos 70 euros» de media cambiarlo. «Ves en un vídeo que al puentearlo te sigue cargando y te ahorras ese dinero. Pero, como tengas el cargador un poco tocado, la estropeas», refiere Sancho. «Una batería sin manipular, ya la puedes cargar las veces que quieras, que no va a incendiarse», asegura.
Las baterías se pueden estropear porque «se agota su vida útil» (a los tres años aproximados) o «porque se ha roto la BMS» (puede suceder a partir de los seis meses). Pero, en todo caso, «eso no va a incendiarse. Dejará de admitir carga. Es electrónica: entre uno de cada mil, puede salir mal la pieza», sostiene.
Ahora bien, esta no es la única causa. Puede haber otras, aunque son menos comunes, como desperfectos a causa de golpes o que entre agua en el sistema. No usar cargadores del mismo fabricante o que exploten por haberse manipulado para ganar velocidad, a priori, según apunta este experto, «no tiene nada que ver».
Eso sí, asegura que él tiene muchos clientes -alrededor de la mitad de reparaciones de las que realiza al mes- que intentan hacer 'chapuzas' para ganar algo más de velocidad en sus recorridos, lo que provoca la ruptura de la controladora del patinete. En este sentido, la ley indica que tienen que circular a 25km/h y los trucan para acelerar hasta 30km/h. «Un patinete de Xiaomi, por ejemplo, que son los que más se venden, es imposible que vayan más rápido por mucho que lo hackees», explica. E insiste en que sean trabajadores especializados los que se encarguen de estos arreglos. «No veo a la gente cambiando un carburador del coche. Sin embargo esto sí lo hacen».
Para apagar el fuego que ocasionan estas baterías se sumergen en agua para controlar el incendio y que no se expanda. No obstante, aún empapadas siguen ardiendo. ¿El motivo? «Las baterías están formadas por celdas y cada una es como un cohete artificial. Hasta que no acabe la pólvora, no deja de arder», simplifica Sancho. En su tienda, para evitar incidentes, las meten dentro de un cajón metálico mientras están cargando.
En la Asociación Vitoriana de Patinetes Eléctricos recomiendan no comprar las baterías en sitios que no estén certificados y conectar directamente el patinete al enchufe, ya que «las regletas en cadena muchas veces no soportan los kilovatios necesarios y suponen una de las mayores fuentes de incendios», concluyen.
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