. El 6 de julio de 2023 a las ocho de la tarde los cielos se abrieron sobre Vitoria y escupieron pelotas de hielo durante un cuarto de hora. Fue una granizada histórica que destrozó tejados de viviendas y naves industriales, se llevó por delante ... terrazas de bares, anegó la ciudad, interrumpió el tráfico, colapsó sumideros, bloqueó carreteras, acabó con campos enteros de cereal, abrió brechas a viandantes, fracturó lunas y dejó las carrocerías de miles de coches llenas de socavones. Una 'supercélula', la reina de las tormentas, descargó sobre una ciudad y unos pueblos que asistían atónitos a un fenómeno similar al vivido 14 años antes, pero peor, con daños superiores a más de 120 millones de euros, según los cálculos de aseguradoras e instituciones. Eso sin tener en cuenta pérdidas incalculables como la de los pájaros que murieron o los árboles que cayeron.
Publicidad
Un año después, aún quedan huellas de los daños de aquel pedrisco. El 10% de las comunidades de vecinos aún tienen reparaciones pendientes en antenas, canalones, claraboyas, bajantes o tejados, el 25% de los coches que tenían cubiertos los agujeros de sus carrocerías por sus seguros aún no ha conocido varillero, hay pabellones industriales en desuso que parecen quesos de gruyére, hay zonas altas del Bibat o de Villa Sofía aún heridas... Y para algunos arreglos aún hay meses de lista de espera.
Ahora que las centralitas de las compañías de seguro ya no están bloqueadas, cabe decir que esta crisis ha puesto en evidencia la falta de mano de obra en gremios clásicos. Ya no se ven por estos lares a esas cuadrillas de varilleros que compartieron hotel con los corredores del Tour y las aseguradoras tienen que tirar de profesionales locales. Faltan carroceros, instaladores y especialistas en tejados y canalones. Para los más rezagados, aún hay semanas de lista de espera.
Conrado Bernal, el gerente de la asociación Adeada, que reúne a 110 de empresarios de la automoción de toda Álava, cree que el primer cálculo de coches dañados por el pedrisco se quedó corto. «Estos 10.000-15.000 vehículos afectados de los que se hablaba los primeros días son el doble», señala. Y es que una cosa son los que han pasado por el taller y otra los que se van a quedar como están, porque el precio del arreglo es superior a su valor. «Hay mucha gente con coches más antiguos, a los que los seguros no les cubre las reparaciones, que han decidido dejarlos como están». ¡Si antes del 6 de julio aún se veían carrocerías con las marcas de la granizada de 2009! A otros los seguros les han diagnosticado directamente «siniestro total» y luego están los que aún esperan la llamada de su taller.
Publicidad
¿Cuánto van a tardar? «A fecha de hoy quedan bastantes, es difícil de calcular, pero andará entre uno de cada cuatro», señala Bernal. Hay lista de espera de meses y en estos días en los que se acercan las puestas a punto del verano no son prioridad. «Se acumulan situaciones de mucha saturación», indica. Se congratula eso sí de haber acabado con los talleres clandestinos que surgieron los primeros días sin ningún tipo de licencia y que se ofrecían a hacer arreglos.
Con las aseguradoras «desbordadas de llamadas» miles de comunidades de vecinos no tuvieron más remedio que buscarse la vida y encontrar instaladores, albañiles o fontaneros por su cuenta si querían ver reparadas sus antenas, tejados o claraboyas. Es el relato que hace de lo sucedido Dorleta Artiaga, vicepresidenta del colegio de administradores de fincas Cafguial y responsable de una firma que lleva la administración de 200 portales.
Publicidad
La mitad de todos los bloques, dice, resultaron afectados de alguna u otra manera. «Y hay aún algunos vecinos que se están dando cuenta ahora de los daños. Con las lluvias de estas semanas tienen goteras y se ha visto que es por desperfectos de la granizada», indica. Calcula que un 10% de comunidades de vecinos tienen arreglos pendientes. Su mayor problema: «no hay empresas especializadas en el mantenimiento de cubiertas y canalones».
El servicio de mantenimiento de Vitoria ha tenido que ir a reparar daños en 136 edificios propiedad del Ayuntamiento, que ha pagado por ello una factura de 2,3 millones de euros. Uno de los últimos ha sido el conservatorio municipal de danza José Uruñuela, con su tejado dañado.
Publicidad
La cubierta del inmueble, construido en la década de los 70, tiene un lucernario que se vio afectado por la intensa lluvia de piedra, lo que dio lugar a numerosos problemas de goteras. Otro de los complejos en el que fueron necesarias obras de reparación fue el Iradier Arena. Aquellos huevos de hielo dañaron asimismo canchas deportivas, las pistas de tenis de Mendizorroza, una decena de centros cívicos, la red de centros de mayores (Bizan), polideportivos y tejados de colegios y guarderías.
La patronal de las aseguradoras, Unespa, cifra en 97 millones de euros el valor de las indemnizaciones pagadas en 2023 por los daños de la granizada en Álava. Incluye destrozos en viviendas, industrias, automóviles y otros 10,5 millones por pólizas agrarias. No ha calculado los pagos girados este año.
Publicidad
Las aseguradoras son responsables de los daños causados por la climatología en el caso de nieve, granizo, lluvia o vientos de hasta 120 kilómetros por hora. El Consorcio de Compensación de Seguros, por su parte, se ocupa de indemnizar los desperfectos causados por los «fenómenos extraordinarios» como inundaciones, embates de mar y vientos huracanados. Según Unespa, los siniestros en hogares fueron los más abundantes, pero por coste medio de las reparaciones, la peor parte se la llevaron las naves industriales.
Una decena de edificios forales se vieron afectados por aquella 'supercélula', pero hace poco que la Diputación ha contratado las obras de reparación. Se verá obligada a invertir 300.000 en arreglar la Casa Palacio de la Provincia, la sede de la Hacienda foral, el Archivo Provincial, los laboratorios agrarios de Eskalmendi, el Museo de Bellas Artes o el Bibat Tejados agujereados, cambio de lucernarios, sustitución de la envolvente o pintado de techos son las actuaciones más habituales.
Noticia Patrocinada
Trabajos que rematan otros más urgentes que ya costaron 130.000 euros nada más producirse el desastre. Supuso el cambio de 180 claraboyas, tragaluces y se desatascaron canalones y bajantes.
Agroseguro ha cifrado en seis millones de euros las pérdidas de los agricultores alaveses en sólo un día. La piedra arrasó campos enteros de cereal y girasol en los pueblos cercanos a Vitoria y en otras localidades como Alegría, Ozaeta o Trocóniz. Muchos de los agricultores de la Llanada dieron por perdida la cosecha y la Diputación tuvo que establecer una línea especial de ayudas para tratar de apoyar al sector. Hizo balance el pasado año y las cifró en 1,6 millones.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.