Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El bullicio que se escucha en la plaza Santa Bárbara cada día que se instala el mercado de productores ha desaparecido en la jornada de este miércoles. La sensación es «horrible, de tristeza», valora uno de los vendedores que ha acudido fiel a ... la cita. Nueve han desplegado hoy sus puestos, en los que no falta de nada. Los clientes, que mantienen las distancias de seguridad recomendadas, no tienen problema para elegir. Aquí tampoco hay desabastecimiento «porque la naturaleza no se para», advierte otra de las productoras.
Por si la situación generada por el coronavirus no fuera suficiente, otra circunstancia ha afectado a este mercado. El cambio de fecha. Como el jueves es San José, festivo, se ha adelantado al miércoles «y hay gente que no se ha enterado», reiteran los vendedores. Para colmo de coincidencias, un par de hortelanos habituales que llegan desde Navarra «no han podido venir porque por culpa de unas inundaciones no tenían productos», relata Jesús Ángel De Casa, que suele estar colocado entre los dos. Él despacha frutos secos, vino y aceite que trae desde Ribafrecha (La Rioja), «lo mejor de lo mejor», dice con una sonrisa, invitando a no perderla ni en estos tiempos difíciles.
«Es muy importante que la gente sepa que seguimos aquí, que este mercado se mantiene», dice José Vicente Gutiérrez, un habitual en la renovada plaza vitoriana, a donde llega «desde hace años» con su vino de Bodegas Ciudad de Parpadina, de Corera (La Rioja). Y para quien tenga miedo a acercarse hace una advertencia: «Comprar aquí es más sano. Aquí nadie toca nada como en el súper, aunque se haga con guantes».
José vicente gutiérrez. productor de vino
leire ibarrola. quesería izoria
Los vendedores también llevan guantes y algunos de ellos mascarillas. Es otro de los factores que contribuyen a dibujar un mercado «extraño», en el que «vemos que la gente va cabizbaja», añade De Casa. Aunque no era el caso de José Antonio y Eulogio, que esperan en la fila, a la distancia marcada, del puesto de verduras de Javier Ruiz, que acude «desde hace más de 25 años. Empecé en la plaza de toros, recuerda». Sus productos llegan desde Sartaguda (Navarra). Como muchos de sus compañeros, «sólo hago venta directa» al consumidor, un problema más porque otros de los mercados en los que participa, han cerrado, como el caso de Lakua y Simón Bolívar.
También «se ha suspendido el de Amurrio, las ferias de Güeñes, Okondo, Ortuella... a las que acudíamos y estaban en nuestra agenda de trabajo», recuerda Leire Ibarrola, de la quesería Izoria. De momento, ha tenido que ajustar la producción. Y así, por ejemplo, «ya no hacemos queso fresco del día. Vamos más con el Idiazabal, que se produce a cinco meses vista», relata. El problema, recuerda, «es la naturaleza no se para. Ahora habrá alcachofas, espárragos.... las ovejas siguen dando leche... Nuestro ritmo de trabajo no ha variado y los ingresos son cero», afirma.
Pero aunque suene a lamento, sus palabras enseguida se tornan en emoción. «Los clientes nos agradecen que hayan venido, que estemos en el mercado. Nos lo dice la gente incluso aunque no compren», detalla. «Y eso es algo muy bonito, emocionante cuando has hecho el esfuerzo para venir».
«Nos deseamos suerte mutuamente entre clientes y vendedores», aporta Rafael Martín, de la Pastelería Araia, «el primer y único obrador de la Llanada» que tiene clara su «obligación de venir por los clientes, sobre todo por el pan». Lleva 20 años acudiendo a esta cita «y nunca había visto este panorama, salvo por alguna nevada de esas grandes», asegura mientras admite que «la sensación es rara».
rafael martín. pastelería araia
jesús de casa. frutos secos y aceite de la rioja
Extraño es también ver los huecos vacíos entre puestos, cuando otros días el vendedor de embutidos está codo con codo con el huertano y con el quesero. «No me imaginaba que iban a estar tan pocos productores», admite José Antonio, cliente habitual que, como cada semana esperaba comprar «de todo, fruta, verdura, frutos secos y algo de embutido». A dos metros, Eulogio cree que «ha influido mucho que es víspera de fiesta». Él suele llenar el carro, sobre todo con fruta y verdura «en otro puesto que hoy no está». Hoy está en el de Javier Ruiz que consultó con el Ayuntamiento si el mercado se mantenía «y me dijeron que sí porque es importante que la gente esté bien servida».
Aunque el día «va flojito». Él como sus compañeros seguirá acudiendo y sacando adelante su producción. Quienes también sirven a hostelería, como el bodeguero de Corera «lo hemos notado bastante». Incluso al empleado que tenían en la bodega familiar «lo hemos tenido que mandar al paro» hasta que todo esto pase. «Que pasara, aunque no sepamos lo que va a durar», repetían vendedores y clientes, que volverán el sábado a la plaza de Santa Bárbara.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.