Los alaveses son como los catalanes

Por ejemplo, hace unas horas ha terminado las 15ª edición del Festival Korterraza. Una idea que surgió en la terraza de un bar y que gracias al esfuerzo de Xabi Vitoria se ha convertido en uno de los grandes referentes del cortometraje en España. Quince años también hizo en septiembre el FesTVal de Joseba Fiestras y la asociación FilaDos, organizadores del mayor evento de contenido audiovisual de este país. En el cine tenemos a Paul Urkijo, Katixa de Silva, María Gómez o Sonia Estévez, cada cual creciendo en su ámbito.

El jazz, encabezado por Íñigo Zárate y un equipo renovado, retoma el brillo que los años de crisis empañaron y da pasos firmes hacia un renacimiento. Hay más. Elisa Rueda ha entrado por la puerta grande de los eventos locales con su 'Poetas en mayo'. Una idea audaz que convierte a Vitoria en un verso suelto que promueve la cultura. No me olvido de Iker Ortiz de Zárate y su escuela de teatro Ortzai.

En el ámbito deportivo están los logros de Baskonia y Deportivo Alavés. Pero en otro nivel hay personas como Livia López y Made Urieta y el impulso que han dado y dan al baloncesto femenino. O Eduardo 'Bati' Martínez, que desde Ascentium puso en marcha el Ironman, el Maratón, y tantas otras pruebas. Y el histórico Julio Roca y la media vida que se dejó para impulsar el deporte adaptado a través de Zuzenak. Por no citar a los doctores Eduardo Anitua o Mikel Sánchez, dos clásicos de las listas de ilustres.

Pisando fuerte vienen Patricia Bedoya y Asier García, dos jóvenes que despuntan en el mundo de las aplicaciones de salud para móviles, al frente de Chubby Apps. O Iván Saldaña, y su amor por la ciudad expresado a través de arriesgadas pero más que excelentes aventuras empresariales ligadas, principalmente, al sector del turismo.

En las empresas, tenemos a gente como Miguel Ángel Carrera, al frente de AVS, la primera firma en lanzar al espacio un satélite hecho en Álava. También 'históricos' como Jesús Arregui, con su sede de SNA Europa en Vitoria. E Iñaki López Gandásegui, que apostó por Álava para Aernnova cuando los bancos locales miraban hacia otro lado. Javier Amutio, que ha convertido lo de ser patatero en algo todavía mejor de lo que ya era. Mirando precisamente a la tierra está Juan Luis Cañas que, como tantos otros buenos bodegueros, ha ligado nuestro nombre a los buenos vinos.

No puedo dejarme a otros muchos, como 'Pinttu' Alegría y su música solidaria; Fidel Molina, coordinador de Berakah; Ramón Ibeas y su liderazgo en Cáritas… y las decenas de personas que ahora no me vienen a la cabeza. Que me disculpen. Soy consciente de que son muchos los alaveses que trabajan por hacer de nuestra provincia un lugar mejor para vivir, trabajar y disfrutar de la cultura.

Está claro que en Álava poseemos materia y potencial… Entonces, ¿por qué no nos sacudimos los complejos y nos ponemos a trabajar para ir todos en la misma dirección? ¿Cuándo hacemos un foro para trazar una hoja de ruta que nos saque de esta grisura? Porque los alaveses, como dijo Rajoy de los catalanes, tenemos carácter abierto, laboriosidad, somos emprendedores y… hacemos cosas. Muy buenas, por cierto.