Juliana y Viviana, las almas de un Ampa que llegó a desaparecer

Bajo su batuta el centro ha aumentado su oferta de extraescolares. «Empezamos con dos-tres y ahora tenemos inglés, baloncesto, fútbol, defensa personal, baile, teatro...», desvela antes de contar orgullosa que «en fútbol sala ya tenemos dos equipos, infantil y cadete, y es la primera vez que participamos en torneos».

Son actividades pensadas para motivar a los alumnos y algunas las implantaron sin demasiada confianza. «Cuando comenzamos como el aula de baile pensamos que igual no venía nadie y ahora mismo tenemos 20 chavales apuntados», desvela. Con tanta dedicación, la colombiana no ha tenido fuerzas para participar en el libro de recetas con su hijo Manuel, de 14 años. No obstante, elogia la iniciativa, que permite poner en contacto a las familias que «de otra forma igual no coincidirían».

Quien sí participa es Viviana que ha ayudado al menor de sus hijo, Nauhel, en la elaboración del chipaguazú, un plato típico de Paraguay a base de maíz dulce, queso, huevo, leche y mantequilla. «Es como un bizcocho pero más esponjoso que se utiliza como acompañamiento, como si fuera pan», describe esta mujer que dejó su Argentina natal, «buscando la paz y tranquilidad que se vive en Vitoria y que no hay en mi país».