«El mejor homenaje que podemos hacer es no dejar ni un resquicio que pueda devolver a las mujeres a los hogares ni a nada que merme su dignidad y sus derechos. No hay que renunciar a la convicción de que una sociedad no puede ... avanzar más que sin ningún tipo de discriminación». Con estas palabras ha animado la vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, a las mujeres presentes en un acto de homenaje a las cooperativistas pioneras a permanecer en «alerta permanente». «Vemos en demasiados lugares que se quieren cortar de raíz los avances de estos años», ha reflexionado, tras felicitar la labor de aquellas cooperativistas «que abrieron puertas» la de las que «las abren ahora».
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Este acto celebrado esta mañana en el Palacio Villa Suso de Vitoria por el Consejo Superior y la Confederación de Cooperativas de Euskadi con motivo del 8-M ha contado también con la presencia de la consejera de Igualdad, Nerea Melgosa, y la presidenta de Emakunde, Miren Elgarresta, así como de destacados cargos de la Diputación alavesa y del Ayuntamiento de Vitoria. El lema 'Empoderando juntas, creando historia: más cooperativas, más igualdad' , le ha servido a la secretaria técnica de Kooperatibaren Kontseilua, Belen Balerdi, para recordar a las decenas de mujeres reunidas en edificio renacentista vitoriano que «la igualdad está en el ADN de cooperativismo, es uno de los valores sobre los que construimos un modelo de empresa democrático, solidario y equitativo».
Hoy en día, ha señalado, del 53% de las personas socias o trabajadoras de este tipo de empresas en Euskadi son mujeres y su presencia en los puestos directivos es cada vez mayor. Según sus datos, cuatro de cada diez cooperativas tienen una presidenta «además de que año a año se van implantando más planes de igualdad».
A continuación el acto se ha centrado en repasar los últimos años de la historia del cooperativismo vasco y se ha realizado un sentido homenaje a las pioneras, aquellas que eran muy pocas cuando empezaron y que en algunos casos tuvieron que dejar sus puestos al casarse. También hablaron las que continuaron al pie del cañon, allá por los años 60 y con permiso de sus maridos, y se encontraron con grandes dificultades para conciliar. «Teníamos que dejar de lado los mejores puestos de trabajo», «había que ser tres o cuatro veces mejor que ellos», ha rememorado Elena Arrieta, una de las pioneras de Laboral Kutxa. También han hablado ante la cámara también Pili Sáez (Ulma). María Lourdes e Iziar Mujica (Fagor), Bego Bengoa (andereño), Elena Gil (Koopera) o Nieves Agirre (Lana), entre otras.
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