

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Nahia Idoiaga, profesora de Psicología Evolutiva y Educación de la Universidad del País Vasco UPV/EHU, hace un llamamiento a la reflexión pausada sobre el ... uso de los dispositivos electrónicos con fines educativos en las aulas. Es precisamente lo que están haciendo cada vez más colegios en Vitoria. «En los últimos años hemos ido muy acelerados en pro de la digitalización. Como sociedad todavía estamos un poco en pañales en este tema, por lo que necesitamos parar y reflexionar de verdad», afirma la experta, que ha participado en varios estudios sobre el uso de pantallas por parte de los menores.
Idoiaga advierte de que «existe la idea generalizada errónea de que los niños son nativos digitales y realmente no es así. Saben hacer un tiktok, sí, pero igual no saben buscar información tan bien como pensamos ni redactar un email». A esto se suma que un uso excesivo de recursos digitales en el aula puede tener varios incovenientes para su desarrollo. En primer lugar, está demostrado que la retención de información es mejor cuando se lee en papel o se escribe a mano (ahí están los esquemas escritos a boli que hemos hecho todos). Además, «las distracciones son mucho menores cuando nos ponemos delante de un papel que cuando estamos en una pantalla». Un caso con el que se encuentran muchos docentes es que los alumnos se preocupan más de elegir una tipografía o color de letra entre todos los que les ofrece el ipad que de lo que realmente tienen que escribir. A esto hay que añadir que la lectoescritura a mano «es muy importante en el desarrollo de capacidades como la creatividad, la motricidad o la memoria».
Pero también está el tema económico, y es que son herramientas «caras» que tienen que costearse las familias. «Para los niños es una responsabilidad para la que no sé si están preparados», reflexiona Idoiaga, que tampoco niega los beneficios que pueden aportar estas herramientas, siempre utilizadas con mesura y equilibrio.
«Es evidente que es necesaria una alfabetización digital porque el mundo laboral es en gran parte digital y tienen que saber moverse en ese terreno», admite la profesora de la UPV. «La clave está en utilizar los recursos digitales cuando aporten un valor añadido al aprendizaje y no incorporarlos porque sí. Hay que pensar muy bien qué es lo que pueden sumar o restar en cada asignatura o en cada tarea. Pensar en el objetivo pedagógico que perseguimos y si una pantalla nos puede aportar algo positivo», desgrana Idoiaga.
En Educación Infantil, eso sí, el uso debería ser siempre «anecdótico» mientras que en Primaria y Secundaria estas herramientas pueden tomar otra dimensión para aprovechar sus ventajas de manera consciente. Entre ellas están que ayudan al trabajo colaborativo o en equipo, ofrecen recursos motivacionales y permiten trabajar con la gamificación.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La NASA premia a una cántabra por su espectacular fotografía de la Luna
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.