Iberdrola y el Gobierno vasco tendrán que mover tres molinos en el parque eólico de Azaceta

La más importante, la decisión de mover la ubicación de tres aerogeneradores para proteger a la fauna. La recomendación de Lakua pasa por un desplazamiento hacia el este pero no impone dónde ubicar esos tres 'molinos'. La modificación más importante que se propone busca evitar que especies como el milano real o alimoche colisionen contra los aerogeneradores.

Propuestas como la de pintar las palas de los molinos para evitar que las aves choquen se descartan finalmente, pero sí se aplicarán otro tipo de correcciones menores para proteger a las aves.

Además de implantarse sistemas de detección automática para frenar las palas de los molinos, el Gobierno ha decidido que entre mayo y octubre las palas estarán paradas durante cuatro horas y media siempre que haya más de 15 grados y el viento sea flojo. Esas tramos horarios, según se recoge en la declaración, serán los 30 minutos previos y las cuatro horas posteriores al atardecer. De partida, la propuesta del Ejecutivo autonómico sólo contempla imponer la medida esos meses, aunque no descarta extender el parón hasta noviembre.

Aunque todavía es susceptible de ser modificado, el parque alavés, de 40 MW de potencia repartidos entre ocho aerogeneradores, contará con modelos de Siemens Gamesa de unos 180 metros de altura. La previsión es que anualmente la infraestructura de Azaceta sea capaz de producir un total de 109.876 MWh, el equivalente al consumo energético anual de unos 35.000 hogares.

El proyecto tendrá por delante cuatro años para ir tomando cuerpo, aunque la intención del Gobierno vasco es que sea en 2025 cuando tanto este parque como el de Labraza entren en funcionamiento. De hecho, se aspira a que sea a lo largo de este mismo 2023 cuando comiencen las obras del parque eólico.

El parque no ha estado exento de polémica, con movilizaciones de colectivos ecologistas y partidos políticos contra la infraestructura. La propia declaración de impacto medioambiental de Lakua documenta alegaciones de entidades como Seo Birdlife, Ekologistak Martxan Araba, Equo Berdeak, Arabako Mendiak Aske, así como seis juntas administrativas.

Antes de que comiencen las obras en el parque eólico se deberán presentar de nuevo cuatro estudios referentes a cuestiones como la protección de la fauna y la flora con la reubicación de los tres molinos desplazados, el impacto del parque sobre los murciélagos o el ruido generado por la infraestructura.