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'Un día cualquiera' es la primera película que protagoniza la actriz vitoriana Ariane Gaisán, que desde hace unos cuantos años reside en Madrid. La califica como un largometraje «disfrutón» y se siente «muy agradecida y contenta» por la acogida que ha tenido hasta ahora ... en festivales. El próximo 12 de abril se estrenará en cines.
- ¿Qué ha supuesto para usted que la primera película que protagoniza haya tenido tanto reconocimiento?
- En cuanto a mi carrera, la verdad es que todavía no estoy muy segura el impacto que ha podido tener, porque es verdad que me han salido más proyectos, pero tampoco sé si están directamente relacionados con la película. Pero a nivel profesional ha sido increíble ver cómo la primera película que protagonizo recibe un premio en Estados Unidos y que formas parte de él ha sido un sueño, la verdad. Muy bonito.
- Empezó su formación en Ortzai... ¿Cómo recuerda aquellos inicios?
- Tengo muy buenos recuerdos de esa etapa. Empecé con 14 añitos, fui muy pesada con mis padres, porque desde pequeña tenía claro que quería ser actriz. Ellos me apoyaron desde el principio y estuvieron a mi lado buscando un lugar en el que poder iniciarme en este mundillo. Vimos que en Ortzai tenían como un especie de programa de carrera actoral. Tenía claro que quería ir con los mayores, porque sí que es verdad que en otros sitios había como unos intensivos para niños, pero tenía tan claro que quería ser actriz que me apunté en Ortzai. Los dos años que estuve ahí, fue una experiencia muy bonita, un refugio para mí.
- ¿Y después de esos dos años?
- Fueron dos años muy intensos, pero tuve que parar para terminar mis estudios. Después lo volví a retomar al irme a Madrid a estudiar artes escénicas
- Lleva poquito tiempo, pero ya ha experimentado en el cine, teatro y televisión. ¿Dónde se ha sentido más cómoda?
- Empecé haciendo teatro. A mí lo que me apasiona y lo que de verdad me empezó a llamar la atención fue la actuación sobre el escenario. Al final es un viaje que te pegas en tiempo real. Tienes el personaje y los ensayos muy elaborados y lo disfrutas de principio a fin. En cambio, el rodaje pues va por trozos muchas veces, no es una línea, entonces lo veía más complejo. Pero con el tiempo, después de empezar a hacer cortos, poquito a poco fui cogiéndole el gusto. Aunque también ha supuesto un reto, porque como no tienes esa continuidad, tiene sus dificultades.
- El teatro fue su casilla de partida ¿El cine es su futuro profesional?
- Gracias a un profesor de mi carrera me empecé a enamorar del cine, porque yo lo que conocía del cine era Hollywood. Y empecé a ver cine de verdad, cine de autor y me enamoré. Me encantan los cineastas como David Lynch o los que son algo más alternativo. Me encantaría poder hacer muchas películas y centrar mi carrera profesional en ello.
- Hace unos años que comenzó a cocinarse 'Un día cualquiera'...
- El estreno en festivales empezó el año pasado. Las grabaciones coincidieron justo con la pandemia. Eso supuso un pequeño reto, porque los ensayos fueron totalmente virtuales. Después de un año de ensayos se grabó y estuvo otro año entero en posproducción. Entonces hasta el año pasado, más o menos, por abril es cuando comenzó a ver la luz el largometraje.
- Tuvo bastante buena acogida, incluso a nivel internacional. ¿Qué diría que tiene de especial?
- Yo creo que está hecha con mucho cariño y eso al final se nota. También es verdad que es una película distinta, no es la típica película que solemos ver, a la que estamos acostumbrados. Tiene muchos giros y humor. Es cine de autor, con pinceladas también del género de terror y suspense. Pasas un rato agradable, te puede asustar, pero también te puedes reír. El humor negro le quita la tensión a algunas situaciones, tiene unas combinaciones que funcionan bastante bien.
- ¿Se siente cómoda en ese género de terror-thriller?
- Sí, es mi favorito. O sea, yo soy súperfan del cine de terror y fantasía. Todo eso es lo que más me gusta y consumo, así que disfruto haciéndolo.
- Un avance de 'Un día cualquiera' para el público vitoriano.
- Es una película muy disfrutona y entretenida. No es un largometraje del que salgas con mal sabor de boca o con mal cuerpo, todo lo contrario. No te vas a aburrir, te vas a asustar un poquito, pero tampoco mucho, no hay sangre. Pero sobre todo el público se va a sorprender porque tiene muchos giros, no vas a saber lo que está pasando.
- ¿Cuál fue el mayor reto a la hora de interpretar a tu personaje?
- Es un personaje que tiene muchos contrastes y unas emociones muy intensas. No puedo decir mucho de la trama, pero es verdad que toda la película es tensión. Los personajes sufren mucho desde el primer minuto y eso supuso mucho trabajo, el hecho de tener que meterme en emociones tan oscuras. Pero también tengo que decir que a la larga me gustó mucho la experiencia, porque es como muy liberador el poder sacar emociones que a lo mejor a veces tenemos más reprimidas.
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