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El HUA Txagorritxu duplica la capacidad de su Unidad de Recuperación Postanestésica (URPA), coloquialmente conocida como de reanimación, que pasa de 18 boxes a 38 ... y pone así el broche a una reorganización de quirófanos que marcará un antes y un después dentro de la sanidad pública del territorio. Más de 8.000 pacientes alaveses, incluidos niños, van a ser monitorizados en estas salas cada año mientras se recuperan de una cirugía o de alguna prueba diagnóstica por la que han tenido que ser anestesiados o sedados.
Los boxes estarán ligados a casi todo tipo de cirugías salvo a la mayor ambulatoria y oftalmológica, que seguirán teniendo su bastión en el HUA Santiago. Y es que con la apertura de la URPA, el HUA culmina la primera fase de la ampliación de Txagorritxu, hospital que va aglutinar toda la hospitalización de agudos, incluidos los 'códigos ictus e infarto', mientras que Santiago se especializará en el paciente pluripatológico que requiere de ingresos media estancia.
Las nuevas salas de recuperación tras la anestesia se ubican en la segunda planta del HUA Txagorritxu y están comunicadas con el edificio de servicios centrales que aglutina 21 quirófanos. Según explicó el director médico de la OSI Araba, Lander Hijona, a la consejera Gotzone Sagardui, durante una visita a las instalaciones que se abrieron ayer, esta unidad mejorará la atención postoperatoria de los pacientes, ya que va a permitir «monitorizar de manera más exhaustiva su recuperación».
Como novedad dispone de dos salas aisladas para la atención de pacientes inmunodeprimidos «que requieran de un estricto aislamiento microbiológico». Hay cinco boxes preparados para ingresos de 48 horas en los que los recién operados podrán estar acompañados de familiares, algo muy importante en el caso de personas mayores o con deterioro cognitivo.
También hay cinco salas para niños. Además de descansar tras una cirugía como por ejemplo la extracción de un apéndice, se les podrán realizar allí, en un ambiente más amable que el de un quirófano, pruebas como endoscopias o gastroscopias que requieren de sedación. Y además estar acompañados de sus padres o familiares.
Otra de las novedades es la activación de la herramienta 'Kirutrack' con la que se mantendrá informados a los acompañantes mediante mensajes de texto SMS enviados a sus móviles sobre cómo está yendo la intervención y cómo va el postoperatorio. Así, cuando todo esté listo se les indicará en qué box están, dónde está el punto de información y por dónde van a salir. Se pretende reducir la ansiedad del acompañante en esas horas de quirófano.
«Esta es una muestra más de nuestra apuesta por la atención centrada en el paciente y en sus necesidades específicas. Mejoran los protocolos, las condiciones y nos adecuamos a la medicina avanzada», destacó la consejera de Salud. La inversión en obras y equipamientos se ha elevado a seis millones de euros y además de los boxes, la unidad dispone de una sala de información para familiares, una de espera, zona de cuidados de pacientes, otra de soporte clínico con varios controles de enfermería y almacenes de farmacia y otro material fungible.
Una vez puesta en marcha la nueva URPA, se van a acometer los traslados previstos en el plan director de HUA y que ponen fin a la primera fase de la ampliación de Txagorritxu. Se trata de la última gran mudanza de servicios y camas de hospitalización entre Santiago y el complejo de José Achótegui, que pasará a ser uno de los mayores hospitales de agudos de Euskadi junto a los de Cruces y Donostia. El gerente de la OSI Araba, Jesús María Pérez, y el director médico. Lander Hijona, reunieron por la mañana a un grupo de periodistas locales para explicarles paso a paso cómo se van a realizar los traslados. Con la puesta en marcha de todo el bloque quirúrgico y la URPA al cien por cien de su capacidad, desde ayer mismo se abren camas de hospitalización de Aparato Digestivo, Nefrología y Reumatología en la séptima planta de Txagorritxu. Dentro de diez días habrá camas de Hematología, Endocrinología y Dermatología en la sexta y se deja la cuarta para Oncología médica.
El siguiente gran movimiento intercentros está marcado en rojo en el calendario del HUA el día 6 de noviembre. En esa jornada los pacientes de Neurocirugía ya no ingresarán en Santiago sino en la quinta de Txagorritxu. Al segundo piso de este centro irán las personas intervenidas de Cirugía Oral y Maxilofacial junto a las de Otorrinolaringología. Y se mudan también Neurología, la Unidad de Ictus y la sección de Raquis (se integra junto al resto de la Cirugía Ortopédica y Traumatología). Cardiología repartirá sus camas entre la quinta planta C y parte de la sexta y se reorganizan los quirófanos de urgencias de tarde y de noche. Y el 13 de noviembre se traslada la Angiología y Cirugía Vascular a la tercera de Txagorritxu.
¿Qué queda en Santiago? Pérez cifra en 200 las camas de Medicina Interna que tendrá esta sede del HUA con todo su personal. Es la especialidad más adecuada para tratar al paciente pluripatológico. También quedan Paliativos que pasará de 10 a 20 habitaciones unipersonales y se quedan diez plazas para Neurología pensadas para pacientes «con perfil crónico», otras diez de Angiología y Cirugía Vascular para el mismo perfil y otras tantas de Neumología. Y además y hasta que Txagorritxu no aborde su segunda ampliación, se mantendrá Psiquiatría, Oftalmología, Rehabilitación, la Cirugía Mayor Ambulatoria, los escáneres y mamógrafos, la Medicina Nuclear y aglutinará toda la Hemodiálisis salvo cuatro puestos que quedarán en Txagorritxu para los pacientes ingresados. Todo esto ha ce que Santiago no pueda ser considerado un centro para crónicos como el de Gorliz «sino de media estancia», matizó Perez. El gerente advirtió que dado que la estancia media es de cinco noches en Txagorritxu durante unos días será normal que se solapen algunas unidades hasta que se dé el alta a los pacientes ingresados. «Son las mismas camas repartidas de otra forma», sentenció, convencido de que el HUA ganará en eficacia.
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