El HUA inicia la última gran mudanza de servicios de Santiago a Txagorritxu

Tras la inauguración hace un año de los nuevos quirófanos híbridos faltaba sólo la obra de la URPA para reunir en un bloque todas las salas de operaciones de la red hospitalaria pública vitoriana. Es decir, preparan ya las maletas los equipos de Neurocirugía, Neurología, Maxilofacial y Cirugía Vascular de Santiago con la idea de que esté todo a pleno rendimiento para finales de noviembre.

Se van a Txagorritxu cirujanos y radiólogos pero también personal de enfermería, auxiliares, celadores y toda la plantilla necesaria para atender las camas de hospitalización que se abrirán de manera paralela en el centro de José Achótegui ya que muchas de las intervenciones que realizan estos equipos requieren de varios días de ingreso. El mayor de los dos hospitales reabre camas que estaban cerradas y el más veterano, el del centro de la capital alavesa, retoma su reconversión en hospital de pacientes pluripatológicos, en su mayoría de avanzada edad.

Se mantiene como sede del mayor centro de oftalmología de Euskadi y no dejará de realizar las operaciones de cirugía mayor ambulatoria, la que no requiere ingreso, y algunas de urología. En su cartera de proyectos está la hacer realidad la Unidad de Cuidados Paliativos con más habitaciones y espacios más adecuados tanto para el paciente que se enfrenta al final de su vida como para las familias. Otro de los proyectos es que se concentre en Santiago toda la hemodiálisis.

Asimismo, mantendrá de momento Psiquiatría (incluidas las urgencias) y eso que el gerente anunció hace un año en el Parlamento que también esta unidad pasaría con el tiempo a Txagorritxu. No parece inmediato y de hecho acaban de salir a concurso las obras para crear la primera unidad especializada en el tratamiento integral de trastornos de la conducta alimentaria.

Todo este trasiego conlleva asimismo una reorganización de personal que ya ha levantado algunas ampollas. De momento, las enfermeras y las técnicas de cuidados auxiliares de enfermería han protagonizado concentraciones y kalejiras en protesta por la decisión de contar con un equipo de cirugía presencial de guardia por las noches en Urgencias de Txagorritxu en lugar de dos. Un segundo deberá estar localizable. Y los sindicatos critican la falta espacio en los vestuarios y taquillas del personal del bloque quirúrgico, donde estarán operativas en breve 21 salas.

El primer gran paso para la fusión de Santiago y Txagorritxu se dio en 2013 con la inauguración del edificio de Consultas Externas. Eso hizo que los dos centros se quedaran con sitio libre. Txagorritxu aprovechó para ampliar los hospitales de día y dejar más espacio a pacientes como los oncológicos que acuden a diario a sus sesiones de quimioterapia y para abrir un nuevo banco de sangre y la unidad de hematología. Poco a poco se unificaron servicios como Cardiología, Ginecología, Digestivo o Dermatología no sin polémica ya que algunas selecciones de jefaturas acabaron en tribunales. Pero poco a poco la plantilla de la OSI Araba, organización que gestiona el HUA y los centros de salud de Vitoria, ha ido asumiendo que Txagorritxu está llamado a ser el tercer gran hospital vasco tras los de Cruces y Donostia, fruto este último de una fusión.

No lo podría haber sido sin la ampliación que ha dado lugar al nuevo edificio de servicios centrales que alberga en su interior todas las Urgencias de adultos y niños, las UCIs, neonatos, los paritorios (incluidos dos quirófanos de ginecología), 16 salas de operaciones convencionales y tres de última generación.

Estos tres últimos son quirófanos híbridos robóticos, listos para realizar un millar de operaciones de gran precisión. Cuentan con brazos robóticos, neuronavegadores, arcos radiológicos que escanean al paciente en tres dimensiones, resonancias, microscopios, tomografías y la posibilidad de emitir las cirugías en 'streaming'. Tras una inversión de 7 millones en obras y equipamientos, las tres salas están listas para delicadas intervenciones como las operaciones de cerebro con paciente despierto o las de reparación de aortas. En una tercera sala está el robot Da Vinci que ya se emplea en cirugías de precisión y no invasivas del aparato digestivo, de ginecología o de urología.

Con esto no acaba la ampliación del HUA Txagorritxu. Su plan funcional incluye un nuevo bloque para la resonancia magnética, mejoras en oncoradioterapia, un parking subterráneo, un helipuerto, un túnel que comunique el hospital con consultas externas por el subsuelo, la nueva Escuela de Enfermería y, con el tiempo, hasta una entrada principal totalmente de estreno.