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«Sí que me genera cierta incertidumbre el tutor, pero sobre todo el momento en el que venga el primer paciente al que tenga que tratar yo solo. Eso sí que me da más nervios», compartía este miércoles Asier Iglesias. Futuro médico de Medicina Interna, ... representaba el sentir general de los 93 nuevos residentes que este año llegan para rejuvenecer los hospitales de Álava. Recién superado el «suplicio» de meses de hincar codos y cerrojazo social, los 63 futuros médicos y 30 futuras enfermeras pisaban hoy el HUA Santiago, en Vitoria, para recibir la cálida bienvenida del equipo directivo de la OSI Araba.
«Ha sido duro. Tenía muchas ganas de dejar de estudiar», confesaba Paula Iborra. Futura pediatra, ahora más de una familia vitoriana podrá conocerla atendiendo con todo el cariño del mundo a sus peques. «Siempre me ha gustado el trato con los niños», decía esta alicantina que, como los cerca de 40 residentes que llegan de fuera de Euskadi, vienen con ganas de comerse Vitoria. «Quería cambiar un poco de aires y el País Vasco me gustaba mucho. Me han hablado muy bien del hospital y del ambiente».
Tanto es así, que ya empezaba a hacer cuadrilla, entre otras, con Ana Tajadura. Ella venía de un poquito más cerca, de Burgos. «Me pillaba cerca de casa, conozco a gente aquí y me gusta mucho para vivir», decía entusiasmada ante su nuevo reto, que no es pequeño. «Cuando acabé el MIR no sabía lo que quería hacer y estuve yendo al hospital para ver diferentes especialidades. La UCI me gustó mucho y empecé a preguntar por varias y esta me convenció». Eso sí, asume que, aunque la pandemia ya no tensiona la sanidad pública tanto como hace unos meses, «sí que es verdad que ahora la gente prefiere no escoger Cuidados Intensivos después de todo lo que ha pasado. Pero me dio un poco igual lo que comentaban del estrés que conlleva», se excusaba entre risas.
Al final del acto, cada uno de ellos, con más o menos timidez, se presentaron micrófono en mano y descubrieron que en su mayoría eran de lugares bien cercanos como Soria, Navarra, Bizkaia o Gipuzkoa. Aunque los que más se hicieron notar fueron los vitorianos, deseosos de enseñar a sus nuevos compañeros de trabajo hasta el último bar de la 'Cuchi'. No en vano, no les faltaron embajadores de lujo como el propio director-gerente de la OSI Araba, José María Pérez, que vendió la capital alavesa como un magnífico lugar para hacer deporte y disfrutar de la naturaleza.
El director-gerente también quiso incidir en una reflexión. «Hay muchos médicos para los que su carrera profesional consiste en construir un currículum lustroso e ir a congresos internacionales, pero que su trato con el paciente deja mucho que desear. Ese no es el objetivo que esperamos de vosotros como profesionales», señaló. «Sed inteligentes, estudiad, innovad, pero nunca dejéis de lado que tenéis que tratar bien a los pacientes», pidió.
En palabras de Pérez y sus compañeros, insistieron, empieza una etapa «bonita» de su carrera. «Yo he perdido la relación con muchas personas de la facultad pero con muy pocas de mi residencia», subrayaba. «Vais a compartir muchos momentos buenos y también dramáticos. Curaréis a pacientes que no pensábais que se iban a curar y se morirá algún paciente que no pensabáis que se iba a morir. Eso son cosas que unen mucho a la gente».
Para el que se abre un nuevo futuro en su carrera es para el hasta ahora Jefe de Estudios del HUA, Lander Hijona, que asumía su nuevo cargo de director médico de la OSI Araba. «Es un cambio importante. Espero hacerlo bien y estar a la altura de las circunstancias, pero hoy quería estar con vosotros porque es vuestra acogida y en parte también es mi despedida», decía emocionado.
Y entre tantos futuros 'batas blancas', también hubo espacio para las azules como Virginia Gómez. Aunque ella misma reconocía que no «daba el perfil habitual» rodeada por chavales en su mayoría de 25 años recién cumplidos. Después de trabajar en una mutua de accidentes laborales, era la más veterana. Decidió a sus 47 años empezar este año su EIR y dar un giro de 180 grados a su carrera para especializarse en Salud Mental. «He visto que esta rama de la enfermería es lo que más me gusta», decía positiva ante el reto. «Nunca es tarde, hay que intentarlo todo en esta vida».
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