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Edurado Portilla Nájera (Vitoria, 1970) invita a los hombres con niños de 0 a 3 años «a cambiar el chip y cuestionarse acerca de su paternidad» en la tercera edición del taller 'Construyendo una paternidad responsable' que organiza el Ayuntamiento de Vitoria. Portilla cuenta con ... un Máster en Igualdad en la UPV y lleva varios años trabajando con la asociación On:giz Elkartea sobre nuevos modelos de corresponsabilidad en la crianza. El taller que impartirá se compone de doce sesiones de una hora que se realizaran entre febrero y mayo. Previamente, habrá dos charlas informativas, este miércoles a las 18.30 horas en el centro cívico de Salburua y otra el jueves 23 de enero a las 18.00 en el de Zabalgana.
– ¿Se puede entender como un taller para hombres feministas?
– Estos padres han dado un paso adelante y somos conscientes de que no son los que más lo necesitan. Los que sí son aquellos que ni se cuestionan sobre su paternidad. Aún así, los que vienen también tienen incorporadas actitudes machistas, como yo o cualquiera las tenemos. Es difícil ser consciente de ello y nosotros podemos darle algunas claves que les hagan tomar conciencia.
– Si hablamos de corresponsabilidad, ¿por qué está unicamente dirigido a los hombres?
– Porque desafortunadamente todavía estamos muy lejos de las cuotas de corresponsabilidad. Entendemos que la apuesta debe ser por que los hombres asumamos mayores cuotas de responsabilidad en la crianza. No hacemos una culpabilización de los hombres que no asumen tareas ni una victimización de quien sí lo hace. El enfoque es que en esto de la crianza es exactamente igual nuestro papel que el de las madres.
– ¿Cuáles son los aspectos en los que más falla esta equiparación de roles?
– El asunto central es un concepto denominado 'carga mental', que sería la gestión del hogar. Quienes se encargan fundamentalmente de la organización de todas las responsabilidades del hogar son mayoritariamente las mujeres. Ellas están pendientes de los seguimientos médicos, escolares, emocionales... todas esas cosas que no son poner el lavavajillas o hacer la cama, sino con tener en la cabeza todos los aspectos cotidianos y las responsabilidades.
– ¿Entonces, cuáles son las principales responsabilidades que deberían adquirir los hombres?
– No es cuestión de hacer la comida. Se trata de cambiar el chip y no situarse en la posición del banquillo o de reserva para cuando no esté la madre, que nos sucede en muchas ocasiones. Consiste en organizar desde un principio teniendo en cuenta que tanto aita como ama somos exactamente iguales para el cuidado de nuestros hijos. Ahí está la clave.
– ¿Cómo afectan los permisos de paternidad en esta lucha por la igualdad?
– Es una de las grandes medidas que harán que la corresoponsabilidad crezca. Mientras tengamos menos permisos seguirán siendo las madres quienes hagan esas tareas, y por lo tanto, tendrán más difícil esa reincorporación al mercado laboral. Además, es fundamental que sea intrasferible para responsabilizarse por completo. Podemos hacer como países de nuestro entorno y que solo algunos días sean transferibles.
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