Caso en Vitoria
«Mi hija ha intentado quitarse la vida en ocho ocasiones»Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Caso en Vitoria
«Mi hija ha intentado quitarse la vida en ocho ocasiones»Sandra tenía 22 años cuando intentó quitarse la vida por primera vez, desde entonces ha habido siete ocasiones más. Entremedias, infinitas sesiones con psicólogos, visitas a las urgencias psiquiátricas del hospital Santiago e ingresos en la séptima planta. «Vivimos en una angustia constante, con mucho ... miedo. Conscientes de que tenemos que asumir que igual, el día de mañana, nuestra hija ya no está aquí», confiesa Isabel, la madre de esta joven vitoriana. Accede a dar su testimonio para poner el foco sobre un problema que considera se tiene que visibilizar y por si puede ayudar a alguna familia que se encuentre en su misma situación. Pero sobre todo, para pedir más recursos públicos destinados a la salud mental.
«La primera vez que mi hija lo intentó fui yo quien me la encontré en casa inconsciente, llamé a los servicios de emergencia y la ingresaron en Santiago. Allí la empastillaron y le mandaron a casa una semana después. Nos daban cita con el psicólogo una vez cada cinco meses», narra esta mujer. La situación era insostenible, así que tuvieron que buscar una alternativa. «Nos hemos dejado prácticamente todos nuestros ahorros en psicólogos privados y la cosa seguía sin mejorar», explica Isabel.
El diagnóstico tardó tiempo en llegar: Transtorno límite de la personalidad. «Las personas con esta enfermedad funcionan por impulsos. A veces, la única solución que ven a un problema es quitarse la vida, por eso la terapia es fundamental», narra esta progenitora. «Sin embargo, en nuestro caso le recetaron una serie de pastillas y el seguimiento por parte de Osakidetza es nulo. No culpo a los profesionales, pero es evidente que están saturados. Nos ha llegado a pasar que mi hija ha pedido el ingreso voluntario porque se veía muy mal y tenía miedo de lo que podía llegar a hacer y le han mandado a casa por falta de camas. ¿Qué haces en una situación así?».
Conoció Asafes (la Asociación Alavesa de Familiares y Personas con Enfermedad Mental) de casualidad y cuando su hija estaba «harta» de pasar por las consultas de tantísimos psicólogos y psiquiatras. «Ella era reticente al principio, pero la convencimos para ir a la asociación y enseguida conectó con Idoia, una de las psicólogas. Ella nos ha salvado la vida, si no llega a aparecer probablemente mi hija hoy no estaría aquí», asegura tajante. A día de hoy imparte charlas esporádicas en colegios para concienciar a los menores sobre esta problemática y la importancia de hablar sobre ello y pedir ayuda.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.