Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Vitoria tiene bien merecido el sobrenombre de Siberia, pero el intenso frío que se registra cada año en la Llanada, en ocasiones, genera auténticas obras de arte natural. Cencelladas, paisajes dominados por la escarcha, fuentes y estanques helados o hileras de carámbanos colgando ... de los tejados son algunas de las estampas habituales de los rigores del invierno alavés. Sin embargo, desde hace poco tiempo, a ese álbum fotográfico se han sumado unas extrañas espirales de hielo que crecen en algunos puentes de Salburua.
«No salen todos los días que hace frío, son muy caprichosos», explica Imanol Gago, uno de los artífices de que las fotos de estos tirabuzones hayan llegado hasta Escandinavia. «No sólo depende de la temperatura, también tiene que haber líquido dentro de los tubos, bien por precipitaciones o por condensación. Además, el termómetro debe bajar bastante, a partir de -3 o -4», detalla.
Las gélidas temperaturas de la semana pasada, casi 8 bajo cero en Vitoria, junto a otros factores, hicieron que las condiciones fueran las adecuadas para que los viandantes pudieran disfrutar de estos «vistosos rizos de hielo en algunos puentes de Arkaiate», explica Gago. El fenómeno, descubierto por Zuriñe Aberasturi cuando paseaba a su perro Lukas, fue difundido por Gago a través de la cuenta de Twitter de Arabamet. Además, el equipo que hay detrás de esta cuenta consultó con varios expertos cuál podía ser el origen de su formación.
Tras algunas explicaciones un tanto peregrinas, el Instituto Meteorológico Noruego les pidió permiso para incluir las espirales vitorianas en un reportaje en el que emitió su veredicto. «Nos sorprendió que a estos expertos cansados de ver hielo les llamara la atención algo tan de pueblo», reconocen, pero los «resultados nos fascinaron».
Cuando el agua contenida en los cilindros se congela aumenta de volumen y tiende a salir por las ranuras que hay en las uniones entre los tubos y la barandilla. ¿Pero cuál es la razón por la cual se forman tales esculturas? El investigador de la Dirección de Energía y Recursos Hídricos de Noruega, Hallgeir Elvehøy, explica que el fenómeno responde a la «plasticidad» del hielo. En determinadas condiciones de presión y temperatura el hielo puede fluir. «En su camino hacia el exterior atraviesa un ángulo o giro y una vez fuera, la presión desaparece, pero el hielo conserva la forma en que fue creado. Si hubiera salido por un agujero recto habría sido como un lápiz», puntualiza. Elvehøy afirma que se producen «fenómenos similares bajo los glaciares» de Noruega.
Para confirmar que los escandinavos saben algo de hielo, otro vitoriano, Roberto Galcerán, tomó tubos de varias secciones, los soldó de la misma forma que los de Salburua, los llenó de agua y los sometió a -25 grados durante 3 horas. El experimento funcionó. «Se formaron unos rizos similares, aunque más toscos y feos», reconocen. «La intencionalidad humana no superó la belleza espontánea del arte 'natural'».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.